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EL MURO
Por Emiliano Pérez MencíaEl pasado día 12 de mayo miembros de la Mesa Pro Hospital y algunos ciudadanos más se reunieron junto al muro que se está construyendo con motivo de las obras que se realizan en el antiguo edificio, y en protesta por el retraso o paralización de las mismas.
Eran pocos, pero muy representativos del pensar de gran parte de los ciudadanos de esta ciudad y comarcas próximas. Porque en relación con la salud casi todos piensan lo mismo, aunque, por lo que sea, afirmen o muestren lo contrario: que es la atención más importante que se puede prestar, que con la salud no se juega, que el Hospital es cosa de todos, que el gasto en sanidad y educación es el mejor empleado y el déficit, si lo hubiera, el mejor aceptado, que es un derecho de todos y para todos, etc.
Por eso siguen sin explicarse cómo los dirigentes políticos han optado por emplear varios millones de euros en rehabilitaciones, reconstrucciones, limpiezas o pequeños cambios de este antiguo edificio, enclavado ciertamente en un lugar céntrico de la ciudad, pero que no reúne las condiciones que exige la época y el modo de vida actual, respecto a otras infraestructuras necesarias, como aparcamientos, jardines, ventilaciones y otros muchos aspectos que proporcionarían también salud y algún tipo de bienestar a los enfermos y a sus familiares.
Porque además la ciudad de Benavente, que irá a más y no a menos, enclavada en lugar elevado, dispone en su cercanía de espacios amplios, soleados y con accesos fáciles a carreteras y autovías, en los que la construcción de un nuevo hospital hubiese sido una decisión muy positiva, como lo ha sido la Residencia para las Personas Mayores.
Pero los que gobiernan han optado por reformas y contrarreformas, que ojalá resulten bien. De momento, no deja de llamar la atención a transeúntes, visitantes y paseantes el muro. Y hasta que no concluya la obra y se conozca su destino final, seguirán preguntándose para qué, por qué, cómo y qué sentido tiene hacerlo tan grueso y elevado y junto a la misma acera de la calle.
Eran pocos, pero muy representativos del pensar de gran parte de los ciudadanos de esta ciudad y comarcas próximas. Porque en relación con la salud casi todos piensan lo mismo, aunque, por lo que sea, afirmen o muestren lo contrario: que es la atención más importante que se puede prestar, que con la salud no se juega, que el Hospital es cosa de todos, que el gasto en sanidad y educación es el mejor empleado y el déficit, si lo hubiera, el mejor aceptado, que es un derecho de todos y para todos, etc.
Por eso siguen sin explicarse cómo los dirigentes políticos han optado por emplear varios millones de euros en rehabilitaciones, reconstrucciones, limpiezas o pequeños cambios de este antiguo edificio, enclavado ciertamente en un lugar céntrico de la ciudad, pero que no reúne las condiciones que exige la época y el modo de vida actual, respecto a otras infraestructuras necesarias, como aparcamientos, jardines, ventilaciones y otros muchos aspectos que proporcionarían también salud y algún tipo de bienestar a los enfermos y a sus familiares.
Porque además la ciudad de Benavente, que irá a más y no a menos, enclavada en lugar elevado, dispone en su cercanía de espacios amplios, soleados y con accesos fáciles a carreteras y autovías, en los que la construcción de un nuevo hospital hubiese sido una decisión muy positiva, como lo ha sido la Residencia para las Personas Mayores.
Pero los que gobiernan han optado por reformas y contrarreformas, que ojalá resulten bien. De momento, no deja de llamar la atención a transeúntes, visitantes y paseantes el muro. Y hasta que no concluya la obra y se conozca su destino final, seguirán preguntándose para qué, por qué, cómo y qué sentido tiene hacerlo tan grueso y elevado y junto a la misma acera de la calle.
Etiquetas: Hospital, La imagen de hoy
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