Deficiencias sanitarias (1)
CONCENTRACIÓN EN BENAVENTE PARA DENUNCIAR EL RETRASO EN LAS OBRAS DEL HOSPITAL
La mesa por la sanidad teme que los trabajos no terminen en julio y critica las molestias para los usuarios
La mesa por la sanidad teme que los trabajos no terminen en julio y critica las molestias para los usuarios
Isabel Reguilón
El Norte de Castilla
Representantes de la Mesa Pro Hospital protagonizaron ayer una concentración por espacio de unos minutos con la intención de denunciar la ralentización de las obras de reforma del Hospital Comarcal desde hace cuatro o cinco meses, lo que hace prever, según el colectivo, que no se cumplirán los plazos anunciados por la administración para el final de obra, el próximo mes de julio.
Los manifestantes portaban pancartas en las que se denunciaba no solo el retraso, sino las malas condiciones en las que se llevan a cabo las obras y el mal resultado final del proyecto, ya que, según afirman, «no resolverá los problemas de atención sanitaria en la comarca, sino que evitará la construcción de un nuevo edificio, que debería haber sido la solución para la zona».
El portavoz de la plataforma, Eugenio Bruña, declaró que «no sabemos si terminarán en 18 meses las obras que estaba previsto acabar en julio, pero, eso sí, ya tenemos dinero adjudicado para la segunda fase». Según comunicó a los asistentes, la empresa Begar, adjudicataria de las obras, ha reconocido que existe una ralentización en la reforma. «La Junta anunció que para el mes de abril se habrían terminado, estamos en mayo y no es así», insistió el portavoz del colectivo, quien criticó los numerosos incumplimientos por parte de la Administración regional, para concluir su intervención con que estas obras son «chapuzas que no sirven de nada».
Según la Mesa Pro Hospital, la empresa ejecuta la ampliación mediante subcontratas a otras empresas, pero, al parecer, tiene problemas, de manera que la encargada de los forjados abandonó las obras hace meses y volvió después para recoger sus equipos sin retomar los trabajos, por que, al parecer, seguía sin cobrar.
Hasta ahora se ha completado la construcción de la parte ampliada, el edificio que albergará la zona quirúrgica, a cuya conclusión debían instalarse allí los quirófanos y continuar las obras por el área de urgencias.
Actualmente se trabaja en el aparcamiento, fuera del edificio, y con sólo entre dos y cinco trabajadores.
Las molestias a los usuarios y enfermos son continuas, según este colectivo, que asegura que tiene constancia de que en algunas salas tienen que mantener las persianas bajadas para evitar la entrada del polvo de las obras y se ha dado el caso de que los obreros han tenido que pasar con las calderetas por la habitación ocupada por enfermos para acceder a la galería, a falta de otros accesos.
Representantes de la Mesa Pro Hospital protagonizaron ayer una concentración por espacio de unos minutos con la intención de denunciar la ralentización de las obras de reforma del Hospital Comarcal desde hace cuatro o cinco meses, lo que hace prever, según el colectivo, que no se cumplirán los plazos anunciados por la administración para el final de obra, el próximo mes de julio.
Los manifestantes portaban pancartas en las que se denunciaba no solo el retraso, sino las malas condiciones en las que se llevan a cabo las obras y el mal resultado final del proyecto, ya que, según afirman, «no resolverá los problemas de atención sanitaria en la comarca, sino que evitará la construcción de un nuevo edificio, que debería haber sido la solución para la zona».
El portavoz de la plataforma, Eugenio Bruña, declaró que «no sabemos si terminarán en 18 meses las obras que estaba previsto acabar en julio, pero, eso sí, ya tenemos dinero adjudicado para la segunda fase». Según comunicó a los asistentes, la empresa Begar, adjudicataria de las obras, ha reconocido que existe una ralentización en la reforma. «La Junta anunció que para el mes de abril se habrían terminado, estamos en mayo y no es así», insistió el portavoz del colectivo, quien criticó los numerosos incumplimientos por parte de la Administración regional, para concluir su intervención con que estas obras son «chapuzas que no sirven de nada».
Según la Mesa Pro Hospital, la empresa ejecuta la ampliación mediante subcontratas a otras empresas, pero, al parecer, tiene problemas, de manera que la encargada de los forjados abandonó las obras hace meses y volvió después para recoger sus equipos sin retomar los trabajos, por que, al parecer, seguía sin cobrar.
Hasta ahora se ha completado la construcción de la parte ampliada, el edificio que albergará la zona quirúrgica, a cuya conclusión debían instalarse allí los quirófanos y continuar las obras por el área de urgencias.
Actualmente se trabaja en el aparcamiento, fuera del edificio, y con sólo entre dos y cinco trabajadores.
Las molestias a los usuarios y enfermos son continuas, según este colectivo, que asegura que tiene constancia de que en algunas salas tienen que mantener las persianas bajadas para evitar la entrada del polvo de las obras y se ha dado el caso de que los obreros han tenido que pasar con las calderetas por la habitación ocupada por enfermos para acceder a la galería, a falta de otros accesos.
Foto: Los concentrados exhiben pancartas de protesta ante el hospital en obras (I.R.).
Etiquetas: Mesa pro Hospital
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