La Otra Voz de Benavente y Los Valles

Otra voz, otra opinión, otra manera de ver y contar la realidad. -------- Año VIII. 2014

jueves, octubre 26, 2006

Diario del peregrino del Hospital

DE SEVILLA A SANTIAGO (VI)
Por Santiago Ferreras Vecino

Día 26 de Mayo de 2006
Aldeanueva del Camino - Salamanca


Al levantarnos por la mañana les preguntamos a los dos malagueños dónde tenían pensado dormir esa noche con el firme propósito de no coincidir. Nos dicen que pararán antes de Salamanca.
Tengo un mensaje de Esther diciendo que no podrá estar por la tarde, trabaja hasta las once de la noche, pero viene su hermana Ana de Palma de Mallorca y cenará con nosotros.
Tomamos la salida dirección a Hervás, dirección que un poco más adelante nos lleva a la N-630 en busca de Baños de Montemayor. El camino tiende hacia arriba pasando de 530 m a 707 m. El camino va paralelo a la carretera, así que decidimos seguir por ella hasta el km. 431 que tomamos la calzada romana donde se observa el empedrado y refuerzos laterales. Paramos a hacer una foto y entramos en el pueblo por la ermita del Cristo de la Misericordia. Continuamos por una calle empedrada paralela a la carretera. Comenzamos la ascensión por la calzada romana, reconstruida, que tenemos que hacer andando por la dificultad de la ascensión. Desde lo alto se divisa una bonita vista del Valle de Ambroz.
Salimos a la carretera nacional cuando estamos a punto de entrar en la comunidad autónoma de Castilla y León. En este tramo del camino ya se ven más peregrinos. Decidimos dar pegatinas a los que vayamos encontrando para que nos ayuden a repartirlas. Todos a quienes se las ofrecemos, aceptan la idea y quieren colaborar con la causa.
En Puerto de Béjar vemos un tramo de calzada que han descubierto y la tienen expuesta. Aquí nos damos cuenta de la primera avería mecánica: el manillar de mi bici está flojo. Paramos en una nave de productos cárnicos para que nos dejaran una llave inglesa, que al final no encontraron y lo apreté con la mano como pude.
Ahora viene un bonito descenso por un camino entre árboles y prados verdes, este paisaje me recuerda mucho al de Sanabria. Nos encontramos con una pareja de franceses, que van en bici. El camino discurre por una zona sombreada, paralelo a la carretera. Algún tramo está muy embarrado y debemos salirnos. Pasamos el puente de la Malena y tomamos el camino hacia Calzada de Béjar. Tenemos de desistir porque esta embarrado e intransitable. Salimos a la carretera y vamos por el itinerario alternativo, el pueblo está a 2 km.
En el pueblo nos sentamos en un banco a la puerta de una casa. Pedimos agua fresca. Comemos y bebemos para reponer fuerzas; queda un largo camino por delante y se avecina un día de mucho calor. Hablamos con un paisano del pueblo, es gente muy abierta y de fácil conversación. Pasa un peregrino andando. Le ofrecemos nuestras pegatinas; es de Valencia de Don Juan y está encantado de colaborar con la causa.
Salimos del pueblo, con una buena señalización por una pista de tierra. Todavía no hace mucho calor, pero se avecina otro día caluroso. Nuestro itinerario discurre ahora por pequeños toboganes hasta llegar a Valverde de Valdelacasa. Ahora aparece también una señalización en forma de estacas a la orilla del camino. Subimos los 3, 7 km. hasta Valdelacasa donde hacemos otro alto en nuestro camino para descansar unos instantes y continuaremos nuestro camino hasta Fuenterroble de Salvatierra.
Emilio tiene el encargo de saludar a Blas, el párroco del pueblo. Cuando su hermano hizo el camino coincidieron aquí con él y guarda un buen recuerdo. Nos informan que está en Guijuelo dando clases. Nos hacemos una foto junto a un carro a la puerta del albergue, les dejamos unas pegatinas y tomamos camino para continuar con nuestra ruta. Hoy llevamos una marcha aceptable, llevamos 42 km. y ya hemos salvado la parte más dura del recorrido.
A la salida de Fuenterroble tomamos un camino con dirección al pico Dueñas de 1.152 m, que es la máxima altitud en la etapa de hoy. Comienza la ascensión por un camino bastante bueno. A la una y media del mediodía paramos a la sombra de una encina para descansar y realizar la conexión diaria con la Cadena Ser de Benavente. Seguimos el camino. Hace mucho calor y el cansancio comienza a aparecer. El camino se va empinando hacia arriba. De pronto, en un cruce perdemos la señalización. Miramos a ambos lados y no encontramos flechas. Decidimos tomar uno de los caminos.
Pedaleamos un rato y no encontramos ninguna pista. El teléfono no tiene cobertura. Allá a lo lejos, muy al fondo se divisa algo parecido a un tejado. Decidimos ir hacia allí. Cuando nos acercamos vemos que es un pueblo. Vamos a preguntar dónde estamos. Hace mucho calor y no encontramos a nadie por la calle. Decidimos llamar en una casa, un señor nos dice que estamos en Berrocal de Salvatierra, que nos hemos desviado bastante. Nos da agua y nos indica el camino: serán cerca de 20 km. para encontrar el camino por una carretera que tiende hacia arriba. Cuando salimos del pueblo nos encontramos con otro paisano. Nos aconseja tomar otra dirección: ir por Pizarral y salir a la N-630.
Decidimos aceptar su consejo. Pedaleamos hasta encontrar la carretera nacional, miramos el indicador y nos faltan todavía 40 km. para llegar a Salamanca. Son las tres de la tarde y hace muchísimo calor. Paramos a comer y beber algo en la caseta-parada del autobús. Tenemos muchas ganas de llegar al albergue, así que tomamos estos km. como una contrarreloj y nos ponemos a pedalear. Hacemos una parada en una gasolinera a unos 15 km. de Salamanca. Compramos una botella de agua fresca y una coca cola. Preguntamos a uno que estaba llenando el depósito del coche de gasolina y hay 29º a la sombra.
Todavía hay un par de duros repechos para entrar en Salamanca. Ya se ven a lo lejos las torres de las catedrales. Vamos en dirección al puente romano para cruzar el río Tormes. Paramos a hacernos una foto y nos encaminamos hacia el huerto de Calixto y Melibea, donde se encuentra el albergue. De camino paramos a hacernos otra foto en el “patio chico”, con la puerta de la catedral al fondo.
El albergue es nuevo y esta muy bien. El hospitalero es de La Bañeza. Emilio le dice que lleva dos noches sin dormir por los ronquidos, nos da una habitación con dos camas. Son las seis de la tarde: estiramientos musculares, ducha, descanso y recuperar fuerzas. Recibimos la diaria llamada de La Otra Voz de Benavente y Los Valles.
Quedamos con Ana, mi sobrina, que traerá unas pizzas y coca cola para cenar aquí. Estamos cansados y no nos apetece andar mucho. Nos llama el fotógrafo de la revista Así son las cosas y vamos a hacernos unas fotos al patio chico con una bici. Llega Ana y cenamos en el albergue. Calentamos las pizzas en el microondas y hacemos una cena familiar muy tranquila. Contamos un poco nuestras aventurillas durante estos días y ello nos cuenta un poco de cómo la va la vida por Palma de Mallorca.
Después de cenar decidimos dar un paseo por los alrededores de la zona centro, para hacer de paso unas fotos para el recuerdo. Un paseo por la plaza de Anaya para recordar mis años de estudiante en Salamanca, por la Pontificia, fachada de la Universidad y despedirnos de Ana que va a esperar a Esther a la salida de su trabajo.
Vamos a descansar. Le damos al hospitalero unas pegatinas para que las ponga y reparta. Además de un logotipo tamaño folio para poner en el tablón de anuncios. Nos vamos a la cama. Llama Rafa, el secretario del IES “Los Sauces” para comunicarnos que mañana saldrá a nuestro encuentro cuando nos aproximemos a Zamora. Después nos acompañará.
Nos parece mentira después de las dos últimas noches: una habitación para nosotros solos con unos buenos colchones. Esta noche vamos a dormir y descansar mucho. Además mañana tenemos un guía, es otro aliciente en el camino. Surge una charla animada donde afloran sensaciones, sentimientos, recuerdos y vivencias. Mi rodilla derecha tiene ya un leve dolor que alivio con la pomada que Emilio lleva en su botiquín. La espalda de Emilio debe ir en situación pareja, pero hay que seguir llevando los dolorcillos en silencio.
En la etapa de hoy figuraban en los papeles 95 km. Pero, con las vueltas que hemos dado cuando nos perdimos en el pico Dueñas, creo que hay que añadir otros 15 0 20 km. más a la etapa. Al final todos los días pasamos de los 100 km. y eso, un día y otro también, se va notando en las piernas. Llevamos recorridos según el libro 517,7 km. Hemos pasado el ecuador de nuestro reto y nos encontramos con fuerzas suficientes para continuar hasta Santiago de Compostela.