La Otra Voz de Benavente y Los Valles

Otra voz, otra opinión, otra manera de ver y contar la realidad. -------- Año VIII. 2014

lunes, febrero 16, 2009

La imagen de hoy

LA VIRGEN DE LA CALLE
Por Emiliano Pérez Mencía Se encuentra en la pared de una casa en Villagarcía de Campos, muy cerca de la Colegiata y del antiguo Colegio Seminario de los Jesuítas, hoy residencia para jubilados y casa de ejercicios.
Los vecinos del pueblo la nombran así. Y seguirán haciéndolo, pero no por estar en la calle. Es una más de las numerosas advocaciones que tiene la Virgen, como patrona y protectora de pueblos y ciudades. En este caso lo es de la ciudad de Palencia.
Los del pueblo ya la conocen bien, están acostumbrados a verla, algunos pasan todos los días por este lugar. Y, creyentes o no creyentes, no se olvidan de echarle una mirada y también ¿por qué no? dirigirle algún ruego o súplica para que todo y todos sigan bien: sus campos de tierra y las gentes que los trabajan.
Lleva ya muchos años en este lugar. Está allí precisamente para sentirse más cerca de los vecinos, conocer mejor sus problemas y necesidades y echarles una mano, o al menos influir en quienes tienen la obligación de buscar soluciones.
A ellos la imagen les sirve para recordar el pasado y las costumbres, tradiciones y creencias de sus antepasados, por las que sienten respeto.
A los forasteros y a quienes se acercan por allí para visitar la colegiata, el museo y el colegio de los jesuítas les llama la atención ver la imagen en la hornacina de la pared, flanqueada por dos escudos de familias nobles y como protegida por ellos. A la imagen, pequeña y bien vestida, no le faltan flores que a lo largo del año le llevan los devotos y vecinos del lugar, flores que contrastan con el color de la piedra.
En un pueblo de Tierra de Campos como Villagarcía, cargado de historia e historias, con monumentos, edificios y personajes importantes hay una sencilla hornacina con una pequeña imagen de la Virgen de la Calle sobre la pared de una casona. Está allí viendo a los que pasan y escuchando a todos los que con fe y devoción y en silencio quieran dirigirse a ella.

Etiquetas: