La Otra Voz de Benavente y Los Valles

Otra voz, otra opinión, otra manera de ver y contar la realidad. -------- Año VIII. 2014

lunes, febrero 16, 2009

La Esquina

ZAMORA: LA NECESIDAD DE LA CONVERGENCIA
Por José Ignacio Martín Benito *

Los datos socioeconómicos son un aldabonazo en nuestra conciencia. El oeste del oeste está en Zamora y el oeste de la provincia en la raya con Portugal: Sayago, Aliste y Sanabria.
Zamora se sentirá más unida a Castilla y León, cuando ésta realmente sea una comunidad de una sola velocidad, no de dos ni de tres.
El objetivo de la cohesión territorial en el nuevo Estatuto de Autonomía, abogando por un Fondo de Compensación y un Plan Plurianual de Convergencia Interior, supone de manera explícita el reconocimiento del fracaso socioeconómico de más de dos décadas de gobierno del Partido Popular en la comunidad autónoma. Solo desde el equilibrio territorial, social, económico y demográfico podrán los zamoranos sentirse más cerca de los burgaleses y de los vallisoletanos; es decir, sólo desde la convergencia Castilla y León será más comunidad y menos la suma de nueve territorios.
Por qué, ¿qué territorio puede aguantar la sangría demográfica que está soportando el oeste de la comunidad y, en particular, la provincia de Zamora? ¿Cómo pueden sus habitantes resistir en permanecer en esta tierra o los de fuera sentirse atraídos por venir aquí, si las desigualdades en renta y en servicios nos alejan cada vez más del eje Burgos-Valladolid? ¿Cómo dar una respuesta a la pobreza, a la falta de empleo y a la despoblación, si no es con políticas comprometidas que rejuvenezcan y modernicen las infraestructuras viarias, establezcan la proximidad de los servicios y pongan las bases para el camino real a la convergencia?
A tenor de los indicadores socioeconómicos publicados por institutos de reconocida solvencia (INE, Instituto ILR Klein –Universidad Autónoma de Madrid-, Anuario Económico de España de La Caixa), las debilidades de la provincia zamorana son la población, el empleo y la renta per capita.
En cuanto a la población, en los últimos diez años (1998-2008), mientras la comunidad experimentó un exiguo crecimiento (2,9 %), frente al 15,8 % de España, Zamora se situó en el último lugar, con una pérdida acusada de (-3, 9 %); en el otro extremo Segovia creció un 11,7%), prueba evidente de la divergencia existente.
En la creación de empleo, en la última década Zamora se situó a cinco puntos (29,3 %) de la media regional (34,4%),
Por lo que respecta a la renta per capita, indicador por excelencia de la convergencia (o divergencia) entre territorios, en 2006 (último dato disponible), la renta per capita de Zamora (78 %) fue 22 puntos inferior a media de España, mientras que la de Burgos (113 %) se situó 33 puntos por encima de la de Zamora.
Sólo desde un modelo territorial y desde unos planes de desarrollo coherente con los valores, fortalezas y oportunidades de esos territorios, podrá nuestra comunidad –y también nuestra provincia- tender a la convergencia y romper así las debilidades que taponan el desarrollo.
Pero ¿cómo hacerlo? A juicio de los socialistas, el modelo territorial deberá definir unas áreas de intervención en función de una serie de criterios de selección: demográficas y económicas. En el primero deberá contemplarse la realidad de las provincias y territorios más fuertemente afectados por procesos de despoblación. En el segundo, es conveniente actuar en áreas de probada capacidad de discriminación. Es obvio que, en particular, Zamora y en especial el oeste de la provincia se llevan la palma, según todos los datos contrastados. Realmente, la propia evolución de la población sería indicador suficiente de las dinámicas demográficas y económicas, pues aquellas no son más que el resultado de éstas.

En conclusión, en el momento actual, la Comunidad más extensa de España, y una de las regiones más grandes de la UE, no tiene modelo territorial. Y si no existe este modelo no se pueden promover políticas eficientes de convergencia. Por ello, a nuestro juicio, los planes territoriales de convergencia y las estrategias provinciales deberían centrarse en varios ejes de intervención:

1. Infraestructuras de transporte y logística.
2. Infraestructuras para la localización de empresas.
3. Telecomunicaciones.
4. I+D+i.
5. Equipamientos y servicios.
6. Políticas activas de localización y promoción de empresas.
7. Actividades de promoción de los valores del territorio.
Sólo desde una apuesta y un esfuerzo comprometido, orientado, planificado y liderado desde la administración regional, en coordinación con otras administraciones, en especial, las Diputaciones provinciales y las entidades locales, puede la provincia de Zamora desandar la divergencia y caminar, por el camino de la compensación, hacia el encuentro de una comunidad en busca de su identidad y de su futuro.

* Este artículo fue publicado en La Opinión de Zamora

Etiquetas: