La imagen de hoy
EL POZO DE LA MOTA VIEJA DE BENAVENTE
Por Emiliano Pérez Mencía
Por Emiliano Pérez Mencía
En las excavaciones realizadas en Benavente durante los años 1997 y 1998, en el paseo denominado la Mota Vieja, con motivo de la construcción del aparcamiento subterráneo, entre otros hallazgos de gran interés arqueológico e histórico para la ciudad, apareció este pozo en el extremo occidental del mismo yacimiento.
El pozo era bastante profundo, estaba construido con piedra, en mampostería, y presentaba buen aspecto. Tuvo que hacer un buen servicio a la vivienda o viviendas en aquella época. Y, por su antigüedad y el lugar en el que estaba, proporcionaba un dato histórico, además de etnográfico, al yacimiento excavado.
Se dijo entonces, y de ello se hicieron eco los medios de comunicación locales y provinciales, que la construcción del aparcamiento no impediría la conservación del pozo in situ, y tal como se encontraba, una vez descubierto, aunque dotando a su entorno de una zona ajardinada.
Pero la realidad fue muy distinta, pues la destrucción o desaparición llegó también al pozo, lo mismo que a todo el área excavada. Y nunca más se supo de él. Solamente la imagen nos lo recuerdan.
Y es que, ante las nuevas construcciones e instalaciones, en este caso aparcamiento para coches, el pozo y todo lo demás que apareció en el lugar no fue valorado en su justa medida. No entendemos por qué, pues en otras ciudades, con menos historia e importancia que Benavente, no ocurre así, a juzgar por los restos de épocas pasadas: arcos, murallas, columnas, capiteles, etc., que vemos con frecuencia en calles, plazas o jardines y que los ciudadanos contemplan y admiran al pasar o pasear por el lugar, pues no dejan de ser un testimonio real y evidente del pasado.
Es obligado por la historia prestar atención a los restos o hallazgos de interés, relacionados con la antigüedad y no considerarlos como basura que hay que desechar, sino arqueología, belleza y arte. Además algunos pueden servir para adornar, calles, plazas o jardines.
El pozo era bastante profundo, estaba construido con piedra, en mampostería, y presentaba buen aspecto. Tuvo que hacer un buen servicio a la vivienda o viviendas en aquella época. Y, por su antigüedad y el lugar en el que estaba, proporcionaba un dato histórico, además de etnográfico, al yacimiento excavado.
Se dijo entonces, y de ello se hicieron eco los medios de comunicación locales y provinciales, que la construcción del aparcamiento no impediría la conservación del pozo in situ, y tal como se encontraba, una vez descubierto, aunque dotando a su entorno de una zona ajardinada.
Pero la realidad fue muy distinta, pues la destrucción o desaparición llegó también al pozo, lo mismo que a todo el área excavada. Y nunca más se supo de él. Solamente la imagen nos lo recuerdan.
Y es que, ante las nuevas construcciones e instalaciones, en este caso aparcamiento para coches, el pozo y todo lo demás que apareció en el lugar no fue valorado en su justa medida. No entendemos por qué, pues en otras ciudades, con menos historia e importancia que Benavente, no ocurre así, a juzgar por los restos de épocas pasadas: arcos, murallas, columnas, capiteles, etc., que vemos con frecuencia en calles, plazas o jardines y que los ciudadanos contemplan y admiran al pasar o pasear por el lugar, pues no dejan de ser un testimonio real y evidente del pasado.
Es obligado por la historia prestar atención a los restos o hallazgos de interés, relacionados con la antigüedad y no considerarlos como basura que hay que desechar, sino arqueología, belleza y arte. Además algunos pueden servir para adornar, calles, plazas o jardines.
Etiquetas: Imagen de hoy
<< Home