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LOS GANSOS DEL CAÑO DE LOS MOLINOS

Por Emiliano Pérez Mencía

El Caño de los Molinos, denominado así antiguamente y conocido después como Ría de Don Felipe o Canal de La Sorribas, es el río más próximo a Benavente. Sus aguas, que parten de una presa construida en el Órbigo, estuvieron siempre al servicio de los antiguos molinos, hoy industrias harineras, por concesión legal. Beneficiaron también a las huertas y tierras cercanas, y a Benavente, pues gracias a ellas el verdor y frescor de la vega ha llegado hasta la ciudad y sus alrededores, al menos en la parte occidental de la misma.
Según lo mayores el cauce era más estrecho y por sus márgenes circulaban personas animales y hasta carros, camino de sus fincas. Con el paso del tiempo y el abandono, la erosión ha hecho desaparecer dichas márgenes y la vegetación y suciedad ha invadido todo, incluso algunos tramos del mismo cauce.
Las autoridades municipales de Benavente son conscientes de la importancia del Caño y de sus aguas y han acondicionado ya la pradera, creando en el lugar un parque natural en el que no faltan gansos y patos en abundancia. Lo mismo están haciendo con el Prado de las Pavas.
Pero los gansos necesitan salir del lugar y casi todos los días, a pesar de los obstáculos, (árboles caídos al cauce, vegetación y otro tipo de suciedad) recorren aguas arriba una parte del Caño, llegando a veces hasta el puente de El Sequedal. Y en su recorrido comen hierbas y otros nutrientes que les proporciona el lugar.
Los gansos no saben de derechos y obligaciones, eso es cosa de los humanos. Pero seguramente que su paseo por el cauce del río, ría, cauce, canal o caño les resultaría más agradable y más fácil si no encontrasen tantos obstáculos en el mismo.