El silbato
ARREGLOS VIRTUALES
Por Juan S. Crisóstomo
A raíz de ver alguna de las fotografías que ilustran el estado de las carreteras de Zamora, en particular las últimas sobre la calzada que va desde San Esteban del Molar a Villalobos, me pregunto sí esas fotografías se corresponden con la realidad o están trucadas.
Cualquiera diría, a tenor de estas instantáneas, que por allí ha pasado una cuadrilla de picapedreros y luego se han hecho las fotos. Vamos, que todo obedece a una campaña premeditada para hacer creer que las carreteras de Zamora están mal.
Hay mucho mal intencionado que, con tal de desgastar a Maíllo, es capaz de contratar picapedreros, hacer unos baches o levantar el firme y luego, acto seguido, hacer las fotos; todo para que parezca que la Diputación tiene abandonadas las carreteras.
A mí, personalmente, me cuesta creer, de verdad, que las carreteras de mi provincia estén así. Creo que todo obedece a una campaña orquestada. Lo malo es que esta campaña está prendiendo. Y ya lo dice todo el mundo: los alcaldes, los vecinos, los moteros. Y los socialistas “erre que erre”, también. Y, claro, así, a mí ya me lo han echado en cara algunos conocidos en Valladolid:
- ¡Oye, Crisóstomo!, que dicen que en Zamora tenéis las peores carreteras de España...- me soltó el otro día una amiga mía natural de Valencia de don Juan, que estudia como yo, aquí, en Pucela.
-Eso es porque Maíllo- le digo- todavía no se ha dado cuenta de que puede arreglarlas sin gastarse un euro.
-¿Maíllo? –me responde- ¿y ese quién es?
Le aclaro que es el presidente de la Diputación, institución de la que dependen la mayor parte de las carreteras de la provincia, al tiempo que le explico la fórmula de bajo coste que tendría la reparación de la red provincial.
Ya saben que hoy, con eso del “photoshop”, se pueden hacer virguerías. Si dicen que están tan mal las carreteras, yo que Maíllo contraatacaba y las hacía aparecer en menos de veinticuatro horas flamantes y perfectamente arregladas. Y todo, sin salir del despacho de la Plaza de Viriato.
Con un programa de retoque de fotografía digital, creaba yo unos geniales efectos especiales y convertía la carretera de San Esteban en una autovía de cuatro carriles bien asfaltada, para que luego fueran diciendo los del PSOE que la Diputación tiene abandonadas las carreteras provinciales. Así aprenderían los sociatas.
Que se quejan de que el puente de Santa Marta está en malas condiciones, voy y le pongo allí mismo el puente de la Cartuja. De paso, si se lamentan también del mal estado de la iglesia de Santa Marta, le pongo allí una catedral que ni la del Palmar de Troya, oiga. Hablando de trasladar puentes, por uno parecido al de Ayamonte sobre el Guadiana sustituía yo el viejo de Manzanal sobre el Esla en poco menos de cinco minutos. Esta sí que iba a ser la provincia española con más puentes modernos y vanguardistas por metro cuadrado. ¡A ver quién era el majo de decirme que las carreteras y los puentes estaban mal!
Así que ya lo saben, si el presidente de la Diputación lee esto, que creo que sí, como “las polis” de mi colega del jueves, le ofrezco una solución para arreglar las infraestructuras viarias sin gastarse un euro: aprenda a manejar el “photoshop” y cree un blog. De paso, si cuela, podemos exportar el modelo.
A raíz de ver alguna de las fotografías que ilustran el estado de las carreteras de Zamora, en particular las últimas sobre la calzada que va desde San Esteban del Molar a Villalobos, me pregunto sí esas fotografías se corresponden con la realidad o están trucadas.
Cualquiera diría, a tenor de estas instantáneas, que por allí ha pasado una cuadrilla de picapedreros y luego se han hecho las fotos. Vamos, que todo obedece a una campaña premeditada para hacer creer que las carreteras de Zamora están mal.
Hay mucho mal intencionado que, con tal de desgastar a Maíllo, es capaz de contratar picapedreros, hacer unos baches o levantar el firme y luego, acto seguido, hacer las fotos; todo para que parezca que la Diputación tiene abandonadas las carreteras.
A mí, personalmente, me cuesta creer, de verdad, que las carreteras de mi provincia estén así. Creo que todo obedece a una campaña orquestada. Lo malo es que esta campaña está prendiendo. Y ya lo dice todo el mundo: los alcaldes, los vecinos, los moteros. Y los socialistas “erre que erre”, también. Y, claro, así, a mí ya me lo han echado en cara algunos conocidos en Valladolid:
- ¡Oye, Crisóstomo!, que dicen que en Zamora tenéis las peores carreteras de España...- me soltó el otro día una amiga mía natural de Valencia de don Juan, que estudia como yo, aquí, en Pucela.
-Eso es porque Maíllo- le digo- todavía no se ha dado cuenta de que puede arreglarlas sin gastarse un euro.
-¿Maíllo? –me responde- ¿y ese quién es?
Le aclaro que es el presidente de la Diputación, institución de la que dependen la mayor parte de las carreteras de la provincia, al tiempo que le explico la fórmula de bajo coste que tendría la reparación de la red provincial.
Ya saben que hoy, con eso del “photoshop”, se pueden hacer virguerías. Si dicen que están tan mal las carreteras, yo que Maíllo contraatacaba y las hacía aparecer en menos de veinticuatro horas flamantes y perfectamente arregladas. Y todo, sin salir del despacho de la Plaza de Viriato.
Con un programa de retoque de fotografía digital, creaba yo unos geniales efectos especiales y convertía la carretera de San Esteban en una autovía de cuatro carriles bien asfaltada, para que luego fueran diciendo los del PSOE que la Diputación tiene abandonadas las carreteras provinciales. Así aprenderían los sociatas.
Que se quejan de que el puente de Santa Marta está en malas condiciones, voy y le pongo allí mismo el puente de la Cartuja. De paso, si se lamentan también del mal estado de la iglesia de Santa Marta, le pongo allí una catedral que ni la del Palmar de Troya, oiga. Hablando de trasladar puentes, por uno parecido al de Ayamonte sobre el Guadiana sustituía yo el viejo de Manzanal sobre el Esla en poco menos de cinco minutos. Esta sí que iba a ser la provincia española con más puentes modernos y vanguardistas por metro cuadrado. ¡A ver quién era el majo de decirme que las carreteras y los puentes estaban mal!
Así que ya lo saben, si el presidente de la Diputación lee esto, que creo que sí, como “las polis” de mi colega del jueves, le ofrezco una solución para arreglar las infraestructuras viarias sin gastarse un euro: aprenda a manejar el “photoshop” y cree un blog. De paso, si cuela, podemos exportar el modelo.
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