Las perlas de nuestro patrimonio
EL DOLMEN DE ARRABALDE
A pesar de su valor cultural, no está declarado BIC
J.I.M.B.
A pesar de su valor cultural, no está declarado BIC
J.I.M.B.
Entre el variado patrimonio arqueológico español destacan, sobremanera, las construcciones megalíticas (dólmenes, menhires, círculos de piedra, túmulos...). Se trata de un fenómeno que, cronológicamente, se extendió en particular por la fachada atlántica europea desde el Neolítico hasta la Edad del Bronce, esto es desde el IV al II milenio a. C.
Los dólmenes, fueron levantados para servir de tumbas o enterramientos colectivos -auténticos panteones funerarios- Están construidos por grandes ortostatos o lajas de piedra, con una o varias cámaras, con corredor o sin él.
La comunidad de Castilla y León cuenta con varios centenares de estos monumentos, principalmente en las provincias de Salamanca y Burgos (tal vez las más estudiadas), pero el fenómeno megalítico también se extiende a provincias como Zamora, Soria, Segovia y Ávila, con algunas manifestaciones también en Palencia y Valladolid.
Los dólmenes, fueron levantados para servir de tumbas o enterramientos colectivos -auténticos panteones funerarios- Están construidos por grandes ortostatos o lajas de piedra, con una o varias cámaras, con corredor o sin él.
La comunidad de Castilla y León cuenta con varios centenares de estos monumentos, principalmente en las provincias de Salamanca y Burgos (tal vez las más estudiadas), pero el fenómeno megalítico también se extiende a provincias como Zamora, Soria, Segovia y Ávila, con algunas manifestaciones también en Palencia y Valladolid.
En la provincia de Zamora es, sin duda, la comarca de Los Valles de Benavente el área geográfica que presenta más monumentos megalíticos conservados. Un núcleo importante se localiza en el entorno de la Sierra de Carpurias. Estos dólmenes, han sido adecuados y restaurados por la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León para formar parte de la Ruta Arqueólógica de Los Valles de Benavente.
En concreto, se trata del dolmen de "El Tesoro", en Morales del Rey, "El Casetón de los Moros", en Arrabalde, y los dólmenes de "San Adrián" y "Las Peñezuelas" en Granucillo de Vidriales.
En su construcción se emplearon ortostatos de cuarcita, material este que aflora en la Sierra de Carpurias y en sus estribaciones, próximas a los monumentos. Estos se encuentran situados en zonas de llanura o fondos de valle, cerca de una corriente de agua.
El dolmen de Arrabalde se halla a menos de un kilómetro del pueblo, en la carretera que une la localidad con San Esteban de Nogales. Ubicado sobre una de las terrazas del río Eria, domina todo el valle. Conservaba cinco ortostatos en pie; las labores de reconstrucción, en el mismo tipo de piedra -cuarcita- han permitido recomponer su perímetro original y el corredor.
Sin embargo, este monumento, a pesar de su valor cultural, no está declarado Bien de Interés Cultural. Sí lo están, desde 1995, los dólmenes de Granucillo de Vidriales. A finales del año pasado, el PSOE de Castilla y León propuso que fueran incoados y declarados todos los monumentos megalíticos de la región. En Castilla y León sólo están declarados Bienes de Interés Cultural (B.I.C.) unos pocos: 10 de los 348 monumentos conocidos, lo que supone solo un 3, 48 %.
Foto: El dolmen de "El Casetón de los Moros", en Arrabalde. Cortesía de la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León.
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