La imagen de hoy
EL PAN DE LA VEGUILLA
Por Emiliano Pérez Mencía El pasado lunes día 20 se celebró en Benavente la Fiesta de La Veguilla, patrona del municipio. Además de la petición del Toro Enmaromado, en medio de gran jolgorio y algarabía, tuvo lugar a primeras horas de la mañana uno de los actos más antiguos y con gran sabor tradicional, como es el reparto del Pan de la Veguilla. Lástima que la entrega no corra a cargo del concejal o concejala de Servicios Sociales y se realice, como antes, en los soportales del Ayuntamiento, pues era esta Institución quien entregaba vales para su recepción a todos los pobres o necesitados que figuraban en el censo de la beneficencia municipal. Esto comenzó allá por el año 1861, cuando el tradicional voto de la Villa se trasladó de la ermita de la Virgen de la Vega en Cimanes a Benavente.
Se trata de un pan redondo, blanco y bregado, de unos 250 gramos de peso, que se fabrica en una de las panaderías locales y lleva impreso el sello con la imagen de la Virgen.
El pan ha sido y es alimento básico de los pueblos desde la más remota antigüedad, tuvo siempre gran importancia en la dieta alimentaria y en muchos momentos se le otorgó un significado religioso. Así ocurría y ocurre con el Pan de la Veguilla que, contando con las debidas bendiciones era y es uno más de los muchos panes rituales que se ofrecen a santos, santas y vírgenes en sus fiestas populares: san Blas, san Antón, san Marcos, etc.
En la actualidad ha cambiado algo en lo que se refiere al objetivo y finalidad de la donación, ya que casi todos los ciudadanos disponen de pan o son menos los que lo necesitan. Hoy la sociedad, además de pan, necesita y reclama otro tipo de atenciones que tienen que ver con la salud, la educación de sus hijos, el trabajo y las infraestructuras necesarias para el vivir de cada día. Pero la tradición debe continuar y, si es posible, al modo como se hacía en el pasado.
Ojalá que en años sucesivos el día de la Veguilla, desde primeras horas de la mañana, sea el concejal o concejala de Servicios Sociales quien se encargue del reparto del pan a todos los ciudadanos que lo deseen, y que lo haga en los soportales del Ayuntamiento. Sería una señal evidente de respeto a una de las tradiciones más antiguas en torno a esta fiesta.
El pan seguirá siendo, si no un alimento esencial y necesario para muchos como ocurría antiguamente, sí un símbolo de unión y convivencia entre todos los vecinos de Benavente que se acercan a recibirlo y de los familiares y amigos que lo degustan en este día de la Virgen de la Vega, virgen a la que todos con cariño conocen y llaman La Veguilla.
Se trata de un pan redondo, blanco y bregado, de unos 250 gramos de peso, que se fabrica en una de las panaderías locales y lleva impreso el sello con la imagen de la Virgen.
El pan ha sido y es alimento básico de los pueblos desde la más remota antigüedad, tuvo siempre gran importancia en la dieta alimentaria y en muchos momentos se le otorgó un significado religioso. Así ocurría y ocurre con el Pan de la Veguilla que, contando con las debidas bendiciones era y es uno más de los muchos panes rituales que se ofrecen a santos, santas y vírgenes en sus fiestas populares: san Blas, san Antón, san Marcos, etc.
En la actualidad ha cambiado algo en lo que se refiere al objetivo y finalidad de la donación, ya que casi todos los ciudadanos disponen de pan o son menos los que lo necesitan. Hoy la sociedad, además de pan, necesita y reclama otro tipo de atenciones que tienen que ver con la salud, la educación de sus hijos, el trabajo y las infraestructuras necesarias para el vivir de cada día. Pero la tradición debe continuar y, si es posible, al modo como se hacía en el pasado.
Ojalá que en años sucesivos el día de la Veguilla, desde primeras horas de la mañana, sea el concejal o concejala de Servicios Sociales quien se encargue del reparto del pan a todos los ciudadanos que lo deseen, y que lo haga en los soportales del Ayuntamiento. Sería una señal evidente de respeto a una de las tradiciones más antiguas en torno a esta fiesta.
El pan seguirá siendo, si no un alimento esencial y necesario para muchos como ocurría antiguamente, sí un símbolo de unión y convivencia entre todos los vecinos de Benavente que se acercan a recibirlo y de los familiares y amigos que lo degustan en este día de la Virgen de la Vega, virgen a la que todos con cariño conocen y llaman La Veguilla.
Etiquetas: La imagen de hoy
<< Home