El silbato

DESPOBLACIÓN
Por José Ignacio Martín Benito

Mientras España ha visto incrementarse el número de habitantes, Castilla y León pierde población. Si en 1987 el porcentaje de la población de esta región suponía el 6,69 % del conjunto demográfico nacional, hoy, veinte años más tarde, nuestra comunidad sólo representa el 5,64 %.
Quiere esto decir que en un lugar de ir a más hemos ido a menos. Además, el problema se agrava con la pérdida de población joven, lo que quiere decir que el tejido demográfico no se renueva. Sólo en el periodo de 1998-2004, Castilla y León perdió 23.500 jóvenes de entre 25 y 34 años de edad. Además, si en 2003, los jóvenes menores de 25 años representaban el 5,02 %, en 2006 bajaron al 4,84 %.
Estas cifras demuestran que Castilla y León es la comunidad española que más población joven pierde en todo el país.
Y así, claro, esto va camino de convertirse en un desierto demográfico. No sé que será de mí cuando termine mis estudios. Me gustaría quedarme en esta tierra. Pero, al fin, tendré que ir, donde tenga una oportunidad.
Veinte años desde 1987 a 2007 son muchos años. Casi tantos como los que yo tengo. Veinte años es también el periodo que lleva gobernando el Partido Popular la Junta de Castilla y Léon. No sólo no ha puesto remedio a la despoblación, sino que esta se ha incrementado.
A Castilla y León no le ha ido bien con el PP. Estamos ante una comunidad desestructurada, donde no se ha creado conciencia regional. La región necesita una nueva política de ordenación del territorio, que de cohesión y potencie el mundo rural, con políticas decididas de desarrollo, que no parecen estar en la mente de los que nos han gobernado durante dos décadas.

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Esta vez parece que el PP no va a hacerse ninguna foto en terrenos ficticios. Con la famosa foto de hace cuatro tuvieron bastante. El Hospital, pues, tendría con el PP que esperar hasta 2020, según ha dicho el candidato a la alcaldía Saturnino Mañanes. Esa es su losa y su penitencia. El PP ha renunciado a construir un nuevo Hospital en Benavente. Cachón lo vio pronto y se marchó del partido. Por eso tendrán que ser otros los responsables que, en la administración regional, tomen la decisión de construirlo. El cambio en la Junta no sólo es posible sino necesario.

Volviendo a Mañanes y a Cachón o a Cachón y a Mañanes. Resulta curioso que las dos cabezas del PP vayan en listas distintas a las próximas elecciones municipales. Los electores conservadores –de derechas quiero decir- deberán optar entre la sumisión de Mañanes al PP de Zamora o el benaventanismo de Cachón. Será por eso por lo que el PP anunció que iba a impugnar la lista de ADEIZA-UPZ, consciente de que dicha lista le restará apoyos. Está por ver cuántos.