Bicentenario de la Guerra de la Indepencia (1)
LOS VOLUNTARIOS DE LEÓN ESTUVIERON EN ZARAGOZA
Por Arsenio García Fuertes
Participación de la Asociación Histórico Cultural “Voluntarios de León" en los actos de Homenaje del Ayuntamiento y de la Asociación los "Sitios de Zaragoza" a Jorge Ibor Casamayor, el "Tío Jorge".
Héroe de la defensa del barrio del Rabal en el 1º Sitio de Zaragoza.
Héroe de la defensa del barrio del Rabal en el 1º Sitio de Zaragoza.
Junio – Agosto de 1808 .
Ciento noventa y nueve años después, los "Voluntarios de León" regresaron a Zaragoza. Invitados por la organización Municipal, la Asociación de Vecinos “ El Rabal “ y por el grupo de recreación histórica "Voluntarios de Aragón", varios miembros de esta Asociación Astorgana estuvieron los días 5 y 6 de mayo en la capital de Aragón.
Junto a varias asociaciones y colectivos zaragozanos, y acompañados del Sr. Coronel, jefes y oficiales del regimiento de Caballería "Numancia", (veterano del Sitio de Zaragoza y que celebra en este año del 2.007 el 300 aniversario de su creación) la Asociación de Voluntarios de León tomó parte activa en dichas celebraciones.
Se contribuyó, así, tanto a seguir estrechando lazos con los diversos grupos de recreación napoleónicos españoles con vistas a seguir preparando los fastos del próximo 2º Centenario de los Sitios de Astorga en el 2.010 y 2.012, como a difundir la participación leonesa en la defensa de Zaragoza durante su 2º Sitio.
Un aspecto desconocido en los libros de Historia sobre la Guerra de la Independencia, escritos hasta ahora, es la presencia de casi doscientos jefes, oficiales y soldados leoneses en el 2º Sitio de Zaragoza de diciembre de 1808 a febrero de 1809. El mismo fue uno de los más terribles y celebrados de todas las Guerras Napoleónicas en Europa.
En efecto, tras la derrota en Logroño de las noveles tropas del Ejército de Castilla del general Pignatelli, un iracundo general Castaños decidió disolver todos los regimientos nuevos creados por el destituido Capitán General de Castilla, Gregorio de la Cuesta, en los meses pasados. En consecuencia, los nuevos reclutas leoneses y castellanos, alistados en el verano de 1808, fueron agregados a los regimientos veteranos de su Ejército del Centro, mientras que la oficialidad recibiría licencia para volver a sus hogares en León.
Sin embargo, muchos soldados leoneses, descontentos, comenzarían a desertar para volverse a León donde seguir combatiendo. Otros, acompañando a sus oficiales, se dirigieron en pequeños grupos a Zaragoza.
Tenemos el caso concreto y poco conocido de varios jefes y oficiales del 4º Regimiento de “ Voluntarios de León “, dirigidos por su coronel don Federico Castañón (natural de Vegamián). Este, tras renunciar a ser agregado al regimiento de “ Africa “, marcharía con sus hombres hacia Zaragoza para seguir combatiendo como voluntarios en el Ejército de Aragón. Le acompañaban los capitanes Vicente Andrade (astorgano) y Manuel de Ibarra, los tenientes Victorino Díaz, Federico Castañón y Caso y José Urrengoechea, y los subtenientes Tomás Castañón y Caso y Benito Trillo, todos ellos leoneses.
Presentados ante el famoso general José Rebolledo de Palafox y Melzi, este los destinó, por orden del 29 de noviembre del brigadier don Fernando Gómez de Butrón, al “ 2º Batallón Ligero de Zaragoza “, rebautizado después como “ 4º ligero del Carmen “. Así fue llamado este regimiento, en el que se integraron los leoneses, por habérseles destinado a la defensa de la Puerta del Carmen de las murallas de Zaragoza.
El Coronel Castañón sería nombrado uno de los comandantes generales de la línea exterior de Zaragoza (a su mando estuvo la línea de defensa entre el puente de Muelas hasta el Torrero), distinguiéndose en los feroces combates del 5 y del 31 de diciembre por los que fue condecorado por Palafox. También se destacó uno de sus sobrinos, Tomás Castañón y Caso, al detener, por espacio de una hora y con granadas de mano, un avance francés en la calle del Sol el 31 de diciembre. Tenía 16 años.
A los 15 días de la rendición conseguiría Castañón fugarse con sus dos sobrinos, cinco oficiales más de su antiguo regimiento y varios soldados. Tras varias semanas de viaje, lograrían llegar a las montañas de León, presentándose a la Junta del Reino de León que se había refugiado en Asturias. Juntos formarían un batallón provisional de “ Tiradores de León “ a comienzos de 1809.
Muchos de ellos pasarían al nuevo regimiento de “ Voluntarios de León “, reconstituido en las montañas de Burón por el Teniente Coronel (y considerado el primer periodista de la Historia de León con “ El Manifiesto de León “, impreso por Santos Rivero, en Diciembre de 1808, en nuestra capital) Luis de Sosa y Tovar.
Dicha unidad volvería a combatir en el 1º Sitio de Astorga (marzo – abril de 1810). Durante el mismo los soldados y oficiales leoneses que habían peleado en el 2º Sitio de Zaragoza aplicaron las enseñanzas que allí habían recibido, asesorando al Coronel Santocildes durante el asedio francés. Es por ello que, el mismo general francés Junot, Duque de Abrantes, llegó a definir a Astorga como la “ Pequeña Zaragoza “, por su larga y porfiada resistencia.
Los “ Voluntarios de León “ volvieron a caer prisioneros con toda la guarnición de Astorga (la mayoría de ella, soldados gallegos). Sin embargo, en su camino hacia el cautiverio en Francia, la mayor parte de aquellos soldados (algunos de ellos veteranos de Zaragoza), empezando por su coronel, jefes y oficiales, conseguirían huir para volver a las líneas españolas en el Bierzo y Sanabria, a fin de proseguir la guerra. Pero eso ya es otra historia.
Fotos: "Voluntarios de León", de Astorga, en Zaragoza.Ciento noventa y nueve años después, los "Voluntarios de León" regresaron a Zaragoza. Invitados por la organización Municipal, la Asociación de Vecinos “ El Rabal “ y por el grupo de recreación histórica "Voluntarios de Aragón", varios miembros de esta Asociación Astorgana estuvieron los días 5 y 6 de mayo en la capital de Aragón.
Junto a varias asociaciones y colectivos zaragozanos, y acompañados del Sr. Coronel, jefes y oficiales del regimiento de Caballería "Numancia", (veterano del Sitio de Zaragoza y que celebra en este año del 2.007 el 300 aniversario de su creación) la Asociación de Voluntarios de León tomó parte activa en dichas celebraciones.
Se contribuyó, así, tanto a seguir estrechando lazos con los diversos grupos de recreación napoleónicos españoles con vistas a seguir preparando los fastos del próximo 2º Centenario de los Sitios de Astorga en el 2.010 y 2.012, como a difundir la participación leonesa en la defensa de Zaragoza durante su 2º Sitio.
Un aspecto desconocido en los libros de Historia sobre la Guerra de la Independencia, escritos hasta ahora, es la presencia de casi doscientos jefes, oficiales y soldados leoneses en el 2º Sitio de Zaragoza de diciembre de 1808 a febrero de 1809. El mismo fue uno de los más terribles y celebrados de todas las Guerras Napoleónicas en Europa.
En efecto, tras la derrota en Logroño de las noveles tropas del Ejército de Castilla del general Pignatelli, un iracundo general Castaños decidió disolver todos los regimientos nuevos creados por el destituido Capitán General de Castilla, Gregorio de la Cuesta, en los meses pasados. En consecuencia, los nuevos reclutas leoneses y castellanos, alistados en el verano de 1808, fueron agregados a los regimientos veteranos de su Ejército del Centro, mientras que la oficialidad recibiría licencia para volver a sus hogares en León.
Sin embargo, muchos soldados leoneses, descontentos, comenzarían a desertar para volverse a León donde seguir combatiendo. Otros, acompañando a sus oficiales, se dirigieron en pequeños grupos a Zaragoza.
Tenemos el caso concreto y poco conocido de varios jefes y oficiales del 4º Regimiento de “ Voluntarios de León “, dirigidos por su coronel don Federico Castañón (natural de Vegamián). Este, tras renunciar a ser agregado al regimiento de “ Africa “, marcharía con sus hombres hacia Zaragoza para seguir combatiendo como voluntarios en el Ejército de Aragón. Le acompañaban los capitanes Vicente Andrade (astorgano) y Manuel de Ibarra, los tenientes Victorino Díaz, Federico Castañón y Caso y José Urrengoechea, y los subtenientes Tomás Castañón y Caso y Benito Trillo, todos ellos leoneses.
Presentados ante el famoso general José Rebolledo de Palafox y Melzi, este los destinó, por orden del 29 de noviembre del brigadier don Fernando Gómez de Butrón, al “ 2º Batallón Ligero de Zaragoza “, rebautizado después como “ 4º ligero del Carmen “. Así fue llamado este regimiento, en el que se integraron los leoneses, por habérseles destinado a la defensa de la Puerta del Carmen de las murallas de Zaragoza.
El Coronel Castañón sería nombrado uno de los comandantes generales de la línea exterior de Zaragoza (a su mando estuvo la línea de defensa entre el puente de Muelas hasta el Torrero), distinguiéndose en los feroces combates del 5 y del 31 de diciembre por los que fue condecorado por Palafox. También se destacó uno de sus sobrinos, Tomás Castañón y Caso, al detener, por espacio de una hora y con granadas de mano, un avance francés en la calle del Sol el 31 de diciembre. Tenía 16 años.
A los 15 días de la rendición conseguiría Castañón fugarse con sus dos sobrinos, cinco oficiales más de su antiguo regimiento y varios soldados. Tras varias semanas de viaje, lograrían llegar a las montañas de León, presentándose a la Junta del Reino de León que se había refugiado en Asturias. Juntos formarían un batallón provisional de “ Tiradores de León “ a comienzos de 1809.
Muchos de ellos pasarían al nuevo regimiento de “ Voluntarios de León “, reconstituido en las montañas de Burón por el Teniente Coronel (y considerado el primer periodista de la Historia de León con “ El Manifiesto de León “, impreso por Santos Rivero, en Diciembre de 1808, en nuestra capital) Luis de Sosa y Tovar.
Dicha unidad volvería a combatir en el 1º Sitio de Astorga (marzo – abril de 1810). Durante el mismo los soldados y oficiales leoneses que habían peleado en el 2º Sitio de Zaragoza aplicaron las enseñanzas que allí habían recibido, asesorando al Coronel Santocildes durante el asedio francés. Es por ello que, el mismo general francés Junot, Duque de Abrantes, llegó a definir a Astorga como la “ Pequeña Zaragoza “, por su larga y porfiada resistencia.
Los “ Voluntarios de León “ volvieron a caer prisioneros con toda la guarnición de Astorga (la mayoría de ella, soldados gallegos). Sin embargo, en su camino hacia el cautiverio en Francia, la mayor parte de aquellos soldados (algunos de ellos veteranos de Zaragoza), empezando por su coronel, jefes y oficiales, conseguirían huir para volver a las líneas españolas en el Bierzo y Sanabria, a fin de proseguir la guerra. Pero eso ya es otra historia.
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