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NOÉ, EL MOLINERO DE MÓZAR

Por Emiliano Pérez Mencía

El pasado día 10 de Febrero falleció Noé. Tenía 85 años, gran parte de los cuales pasó en su molino, situado junto al río Tera, rodeado de agua, chopos y demás vegetación.
Tanto él, como su molino, eran muy conocidos y apreciados. Él, por su trato afable y atenciones con todas las personas que le visitaban, y por su vida dedicada plenamente al oficio; y el molino, por su antigüedad, por su situación, por la maquinaria, y, sin duda alguna, por el producto de calidad y artesano que allí se elaboraba.
Noé se fue sin poder ver el proyecto (ya casi olvidado) de convertir su molino en un gran Museo-Centro de Interpretación de los Molinos de los Valles. Sin duda alguna el mejor lugar para ello, pues está junto a un río, el Tera, importante, limpio, con bellos paisajes y no lejos de un lugar turístico y bien comunicado. Además se trata de un edificio antiguo y con historia. Pero, parece ser que intereses de otro tipo (o personas, entidades o instituciones, no interesadas en ello) han dado al traste con la iniciativa. Pero aún tienen tiempo de hacerlo.
El molinero se ha ido, pero su molino sigue ahí, como testigo y testimonio de un tiempo en el que prestaba un gran servicio. Ojalá que los pocos que administran o distribuyen los dineros de todos, se acuerden de nuevo de él y sigan adelante con el proyecto. Sería el mejor homenaje a un hombre, a una vida, y a un oficio. En él estarían representados todos los demás molinos y molineros de Los Valles de Benavente, comarca ésta situada entre ríos, arroyos, regatos, canales, acequias y por supuesto, muchos molinos.

* La Otra Voz de Benavente y los Valles se suma al recuerdo de Noé: un hombre vitalista, emprendedor y amante y defensor de su molino.