La polis
LA MESA
La Mesa Prohospital es Benavente. Podemos comprobar que la ciudad tiene pulso y ganas de crecer cada vez que la Mesa habla y hace. Cuando Eugenio Bruña dice que está hasta las narices de esas memeces de “mesa manipulada”, “mesa dirigida”, está proclamando “oiga, que esto es Benavente”. Y los reguera, y los maíllo, y los monaguillos de la derecha zamorana, no le entienden. Cómo le van a entender, ellos que, con las obras del hospital “Virgen de la Concha”, han conseguido que toda una sociedad aguante sin rechistar. Estos tipos que dirigen el PP en Zamora no quieren entender que en Benavente hay ciudadanos; a los borregos los tendrán que buscar en otra parte. De momento, la Mesa les está impartiendo algunas clases de normas básicas de democracia.
Anorexia democrática se llama el mal que padecen estos que se sorprenden de la vitalidad democrática, heroísmo democrático en esta provincia, de la sociedad benaventana articulada en la Mesa. Pues, que vayan al médico. Serán muy estultos si creen que van a poder domesticar a Benavente y conducir la ciudad al redil del ganado menor. Que se lo aprendan, maíllos, regueras y palmeros varios: La Mesa es Benavente, Benavente es la Mesa, y, como en la canción, “con las bombas que tiran…se hacen las benaventanas tirabuzones”. Pues, eso.
La Mesa Prohospital es Benavente. Podemos comprobar que la ciudad tiene pulso y ganas de crecer cada vez que la Mesa habla y hace. Cuando Eugenio Bruña dice que está hasta las narices de esas memeces de “mesa manipulada”, “mesa dirigida”, está proclamando “oiga, que esto es Benavente”. Y los reguera, y los maíllo, y los monaguillos de la derecha zamorana, no le entienden. Cómo le van a entender, ellos que, con las obras del hospital “Virgen de la Concha”, han conseguido que toda una sociedad aguante sin rechistar. Estos tipos que dirigen el PP en Zamora no quieren entender que en Benavente hay ciudadanos; a los borregos los tendrán que buscar en otra parte. De momento, la Mesa les está impartiendo algunas clases de normas básicas de democracia.
Anorexia democrática se llama el mal que padecen estos que se sorprenden de la vitalidad democrática, heroísmo democrático en esta provincia, de la sociedad benaventana articulada en la Mesa. Pues, que vayan al médico. Serán muy estultos si creen que van a poder domesticar a Benavente y conducir la ciudad al redil del ganado menor. Que se lo aprendan, maíllos, regueras y palmeros varios: La Mesa es Benavente, Benavente es la Mesa, y, como en la canción, “con las bombas que tiran…se hacen las benaventanas tirabuzones”. Pues, eso.
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