Editorial

“... No tenemos Hospital”

No será porque los miembros de la Mesa no avisaron en los días previos. Benavente estaba llena de pancartas en los balcones donde se leía: “Cuidado con el Toro. No tenemos Hospital”.
Y llegó el día del Toro. Y “Filibustero”, antes de plantarse en la Plaza de la Madera, hizo de las suyas. Hubo heridos y contusionados, como ocurre en toda carrera taurina; en una más que en otras, es cierto, pero ocurre.
Y ocurrió también que “Filibustero” puso de relieve las telarañas del viejo Hospital, donde desde el servicio de Urgencias, según parece, comenzaron a derivarse heridos y contusionados a los servicios médicos que, conforme al reglamento de todo festejo taurino, tenía contratados el Ayuntamiento.
Y esto no puede ser. Una cosa es que los actuales políticos que rigen la Junta de Castilla y León se nieguen a querer construir un nuevo Hospital –ya se lo demandarán los ciudadanos en su momento-, y otra es que se niegue el pan y la sal –en este caso la atención sanitaria a las personas.
Las declaraciones del delegado de la Junta de Castilla y León, lejos de establecer puentes para el diálogo entre las instituciones, abren más la distancia entre la administración regional y la ciudadanía, cansada de que se le esté tomando el pelo. Los ciudadanos empiezan a tomar conciencia de que aquí se les está abandonando a su suerte. Zamora no resuelve los problemas de Benavente; es más, los complica. Sobre todo cuando desde allí habla el oráculo y trata intencionadamente de confundir el derecho a la asistencia sanitaria y la demanda de un nuevo Hospital, que clama toda la comarca, con la “izquierda radical”.
Pero si desde Zamora los cíclopes juegan con Benavente, peor es que algunos desde dentro le hagan el juego, jugando a soldados escondidos en el vientre de un maltrecho caballo de Troya. Intentar negar la evidencia de lo ocurrido la tarde del miércoles 14 en el Hospital Comarcal con un comunicado de prensa, mezclando la carrera del toro con la política municipal, como han hecho los concejales del Partido Popular de Benavente, es enredarse en la misma tela de araña que se teje desde Zamora. De seguir así, quedarán atrapados en ella -si es que no lo están ya- sin posibilidad alguna de salir.