La Otra Voz de Benavente y Los Valles

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lunes, agosto 25, 2008

La Esquina

LOS TRES PLANES DE “DE DIOS”: A, B y C
Por José I. Martín Benito

El mundo se llena de planes. Las Universidades los tienen de estudio y de investigación; los bancos, de inversión; los gobiernos, de desarrollo; las familias, de vacaciones; las personas maduras, de pensiones…
Sabemos que las comunidades autónomas y las diputaciones provinciales tienen sus planes de carreteras, si bien a la de Zamora le cuesta redactarlos y mucho más ponerlos en marcha.
Ahora hemos venido a saber que también en el ayuntamiento de Benavente andan con planes. El concejal de Medio Ambiente no duerme por bajar la población de palomas; el de Festejos busca un plan para que las Fiestas del Toro del próximo año no vuelvan a ser un fracaso; la concejal de Comercio tiene un plan para estar “de acuerdo”; la de Promoción Humana para, con recursos municipales, hacerle más llevadero el trabajo a los CEAS de la Diputación; la de Urbanismo dicen que tiene un plan para demoler el exceso de obra en el edificio del Mercantil. Se oye que el concejal-diputado pudiera urdir un plan para sustituir a Maíllo cuando la estrella de este comience a declinar, que ya va camino de ello. Hasta el alcalde Mañanes parece que tiene un plan para no volver a subirse escandalosamente el sueldo.
Todos tienen un Plan. También en el área de Hacienda. Y ¡ojo! Por si fuera poco, en este departamento tienen “Tres planes en uno”, como la marca de un conocido lubricante o como el misterio de la Santísima Trinidad. Lo ha dicho el propio concejal. Por si le fallara la segunda intentona de venta de cuatro parcelas, con cuyo dinero pretende hacer frente al presupuesto municipal –plan A-, José Antonio de Dios dice tener otros dos planes: el B y el C.
Eso sí, cuando se le ha preguntado, no ha soltado prenda y se ha guardado mucho de mostrarlos. Los ha anunciado “ex catedra”, esto es, parapetado en rueda de prensa y los ha dejado caer como quien anuncia que tiene dos ases en la manga. El anuncio no ha dejado indiferente al auditorio. El tono del concejal más parecía una proclama, un aviso con cierto tono amenazante, como aquel quien dice “se van a enterar”.
Debe estar tranquilo De Dios con sus tres planes: A, B y C. Mucho más estará sabiendo que si fallara el plan C, podrá echar mano de cuantas letras del abecedario quedan todavía en uso.
Dicen que De Dios teme que corran las letras y llegue hasta la M, porque esta es la M de su temido Matilla y aún de Mañanes -el alcalde-, que en los últimos plenos ha retirado a De Dios el Micrófono. Aun agotadas las letras, siempre podrá recurrirse a los números, que ahí parece que se lía menos el concejal. Si no salen los susodichos planes, la culpa será no de De Dios –que este pondrá todo su empeño- sino una vez más del pérfido Zapatero y de la crisis económica.
Da la impresión que De Dios se pone la venda antes de la herida, recurriendo a una lluvia sucesiva de planes por si falla el anterior; algo así como cuando anunció la bajada de impuestos, que en nada quedó, como no fuera en la subida de varias tasas y otros tantos tributos.
Los planes de De Dios son tres, como los mosqueteros; tres, como las hijas de Elena –que ninguna era buena-; tres, como las virtudes teologales; como las tres cosas que dice la canción que hay en la vida; como las tres Marías, como los tres tenores, como las tres cruces de un Calvario…

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