La chicharra
CANTOS DE SIRENA
Por José Mª Lebrero Vecino
Me gustaría no tener que escribir este artículo, pero desgraciadamente es inevitable. El arriba firmante, al igual que muchos ciudadanos, está un poco cansado de tanta falsa promesa. Harto de cantos de sirena. Llevo escuchando que Benavente es una de las localidades con más futuro de Castilla y León desde hace muchos años. Me decía el otro día un benaventano que ya le oía eso a su padre cuando era pequeño; pero esto no acaba de despegar.
Hace dieciséis años en una rueda de prensa de una asociación del comercio de Benavente, decían que ésta localidad alcanzaría en menos de diez años en habitantes a Zamora. Sus pronósticos más pesimistas auguraban un mínimo de cuarenta y cinco mil habitantes. Recuerdo que no vieron con buenos ojos que discrepara abiertamente de aquellos vaticinios, calificándome con desprecio de pesimista. Muy a mi pesar, el tiempo me ha dado la razón. No era un pesimista, sino un optimista bien informado.
Para comprobarlo únicamente hay que pasar por delante de ese indicador que está en La Plaza de Santa María donde revela el número de habitantes que estamos empadronados en Benavente. Incapaz de llegar a esa cifra mágica de los veinte mil.
A todos, y me incluyo, se nos llena la boca cuando hablamos de Benavente, pero los números, como el algodón, no engañan. Las grandes empresas, lejos de ampliarse, van reduciendo el número de trabajadores. ¿Qué pasó con la tabaquera? ¿Y con la azucarera? Torío, lo último Central de Ventas Carballo… Esta es la realidad. Lo demás son cuentos chinos. Números adulterados por efectos oníricos. Por cierto, yo siempre he tenido un sueño, que no sé si algún día se llegará a cumplir. Me gustaría que los políticos cuando den una rueda de prensa fuera solamente para anunciar lo que han hecho; y no para lo que van a hacer. ¿Se imaginan que un escritor de una rueda de prensa para comunicar que va a escribir un libro o un pintor que va a pintar un cuadro? Hechos es lo único que nos interesa.
Somos más de dos los que pensamos así.
Por José Mª Lebrero Vecino
Me gustaría no tener que escribir este artículo, pero desgraciadamente es inevitable. El arriba firmante, al igual que muchos ciudadanos, está un poco cansado de tanta falsa promesa. Harto de cantos de sirena. Llevo escuchando que Benavente es una de las localidades con más futuro de Castilla y León desde hace muchos años. Me decía el otro día un benaventano que ya le oía eso a su padre cuando era pequeño; pero esto no acaba de despegar.
Hace dieciséis años en una rueda de prensa de una asociación del comercio de Benavente, decían que ésta localidad alcanzaría en menos de diez años en habitantes a Zamora. Sus pronósticos más pesimistas auguraban un mínimo de cuarenta y cinco mil habitantes. Recuerdo que no vieron con buenos ojos que discrepara abiertamente de aquellos vaticinios, calificándome con desprecio de pesimista. Muy a mi pesar, el tiempo me ha dado la razón. No era un pesimista, sino un optimista bien informado.
Para comprobarlo únicamente hay que pasar por delante de ese indicador que está en La Plaza de Santa María donde revela el número de habitantes que estamos empadronados en Benavente. Incapaz de llegar a esa cifra mágica de los veinte mil.
A todos, y me incluyo, se nos llena la boca cuando hablamos de Benavente, pero los números, como el algodón, no engañan. Las grandes empresas, lejos de ampliarse, van reduciendo el número de trabajadores. ¿Qué pasó con la tabaquera? ¿Y con la azucarera? Torío, lo último Central de Ventas Carballo… Esta es la realidad. Lo demás son cuentos chinos. Números adulterados por efectos oníricos. Por cierto, yo siempre he tenido un sueño, que no sé si algún día se llegará a cumplir. Me gustaría que los políticos cuando den una rueda de prensa fuera solamente para anunciar lo que han hecho; y no para lo que van a hacer. ¿Se imaginan que un escritor de una rueda de prensa para comunicar que va a escribir un libro o un pintor que va a pintar un cuadro? Hechos es lo único que nos interesa.
Somos más de dos los que pensamos así.
Etiquetas: Opinión
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