La polis
LORENZO DE TORO
Por Jesús Cuadrado
Lorenzo Rodríguez está demostrando en unas semanas que, como candidato socialista, está hecho a la medida de Toro. Entró con aplomo (“vengo de una familia humilde…”), no se le alteró un solo músculo frente a las provocaciones tramposas del actual alcalde (“con mi honor no se juega…”), demostró rigor frente a “mindundis” (“no he venido a reñir, no sé…”). No había empezado el partido y ya le había ganado al actual alcalde. Hace muchos años que le conozco y, lo confieso, me ha sorprendido. Ni un músculo. Recuerden: el alcalde Sedano intentó ponerle nervioso con trampas e infamias (“…ha estafado seis mil euros al ayuntamiento…”), con el empleo sicario de dos concejales zascandiles. Ni un músculo. Alcalde, concejales y colaboradores de ocasión a la lona. Lorenzo sólo sabe qué hay que hacer en Toro en los próximos años y se ha remangado.
Un ejemplo. El actual alcalde se ha quejado de no haber recibido nada de los fondos del 1% cultural del gobierno para rehabilitar el patrimonio de Toro. Lorenzo pregunta: “¿Lo has solicitado?”. No, el ayuntamiento de Toro nunca pidió esta subvención. “Pues, calla”. Y el profesor Lorenzo le explica con paciencia y rigor qué hay que hacer para conseguir ese dinero para Toro, qué va a hacer él desde la alcaldía para conseguir esos y otros fondos para el abandonado patrimonio toresano, cómo servirán esas gestiones para aumentar el turismo en su ciudad. Tranquilamente, sin mover un músculo, le explica al que lleva ocho años de oficio qué tiene que hacer un alcalde para defender los intereses de su municipio. Y los toresanos observan, y ven cómo Lorenzo dice que en el ayuntamiento de Toro se van a terminar las trifulcas que tanto le atraen al alcalde actual (“daré responsabilidades municipales a los concejales de la oposición”), y que va a terminar con el caos económico del ayuntamiento con seriedad. Y los de Toro le miran de frente y le creen. ¿Sedano? Saca cada día a los dos concejales a que le ladren. ¿Lorenzo? Les mira, sonríe, y sigue en lo suyo. Ni un músculo.
Lorenzo Rodríguez está demostrando en unas semanas que, como candidato socialista, está hecho a la medida de Toro. Entró con aplomo (“vengo de una familia humilde…”), no se le alteró un solo músculo frente a las provocaciones tramposas del actual alcalde (“con mi honor no se juega…”), demostró rigor frente a “mindundis” (“no he venido a reñir, no sé…”). No había empezado el partido y ya le había ganado al actual alcalde. Hace muchos años que le conozco y, lo confieso, me ha sorprendido. Ni un músculo. Recuerden: el alcalde Sedano intentó ponerle nervioso con trampas e infamias (“…ha estafado seis mil euros al ayuntamiento…”), con el empleo sicario de dos concejales zascandiles. Ni un músculo. Alcalde, concejales y colaboradores de ocasión a la lona. Lorenzo sólo sabe qué hay que hacer en Toro en los próximos años y se ha remangado.
Un ejemplo. El actual alcalde se ha quejado de no haber recibido nada de los fondos del 1% cultural del gobierno para rehabilitar el patrimonio de Toro. Lorenzo pregunta: “¿Lo has solicitado?”. No, el ayuntamiento de Toro nunca pidió esta subvención. “Pues, calla”. Y el profesor Lorenzo le explica con paciencia y rigor qué hay que hacer para conseguir ese dinero para Toro, qué va a hacer él desde la alcaldía para conseguir esos y otros fondos para el abandonado patrimonio toresano, cómo servirán esas gestiones para aumentar el turismo en su ciudad. Tranquilamente, sin mover un músculo, le explica al que lleva ocho años de oficio qué tiene que hacer un alcalde para defender los intereses de su municipio. Y los toresanos observan, y ven cómo Lorenzo dice que en el ayuntamiento de Toro se van a terminar las trifulcas que tanto le atraen al alcalde actual (“daré responsabilidades municipales a los concejales de la oposición”), y que va a terminar con el caos económico del ayuntamiento con seriedad. Y los de Toro le miran de frente y le creen. ¿Sedano? Saca cada día a los dos concejales a que le ladren. ¿Lorenzo? Les mira, sonríe, y sigue en lo suyo. Ni un músculo.
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