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LA CERRADURA
por Emiliano Pérez Mencía
Se trata de el Pejo, antigua cerradura de madera, mecanismo y llave incluida, que se utilizaba con frecuencia en muchos pueblos de esta comarca de Los Valles de Benavente y que todavía se sigue utilizando, al menos por algunas personas. Es el caso de Ayoó de Vidriales en donde se pueden ver más de 30, colocadas en puertas antiguas de madera. También los hay en otros pueblos cercanos.
Para la señora que me explica su funcionamiento no hay cosa mejor. Así dice mientras manipula la llave y cierra la puerta. Pero ella es ya mayor y piensa que los jóvenes se van a olvidar pronto del Pejo y de otros útiles tradicionales que se conservan en el pueblo.
Aunque de lo que más se lamenta es de que también se olviden de ella y de todos los que, ya jubilados, viven allí o en otras localidades. Y de los problemas y necesidades, propias de la edad.
Pero sabe muy bien la señora que hay muchos jóvenes que son responsables, respetuosos con su pasado y exigentes con el futuro. Y que harán todo lo posible para que no les falte nada, ni médico, ni farmacia, ni un hospital o residencia, no lejos del pueblo, para cuando lo necesiten, ni otros servicios..., lo mismo que no les falta ni el aire, ni la luz, ni la tranquilidad de su vivir diario en Ayoó de Vidriales.
por Emiliano Pérez Mencía
Se trata de el Pejo, antigua cerradura de madera, mecanismo y llave incluida, que se utilizaba con frecuencia en muchos pueblos de esta comarca de Los Valles de Benavente y que todavía se sigue utilizando, al menos por algunas personas. Es el caso de Ayoó de Vidriales en donde se pueden ver más de 30, colocadas en puertas antiguas de madera. También los hay en otros pueblos cercanos.
Para la señora que me explica su funcionamiento no hay cosa mejor. Así dice mientras manipula la llave y cierra la puerta. Pero ella es ya mayor y piensa que los jóvenes se van a olvidar pronto del Pejo y de otros útiles tradicionales que se conservan en el pueblo.
Aunque de lo que más se lamenta es de que también se olviden de ella y de todos los que, ya jubilados, viven allí o en otras localidades. Y de los problemas y necesidades, propias de la edad.
Pero sabe muy bien la señora que hay muchos jóvenes que son responsables, respetuosos con su pasado y exigentes con el futuro. Y que harán todo lo posible para que no les falte nada, ni médico, ni farmacia, ni un hospital o residencia, no lejos del pueblo, para cuando lo necesiten, ni otros servicios..., lo mismo que no les falta ni el aire, ni la luz, ni la tranquilidad de su vivir diario en Ayoó de Vidriales.
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