Cartas a la Redacción
LA MUERTE DE UN TRABAJADOR
por Roberto Rabadán *
Leyendo la información facilitada por “La Otra Voz de Benavente” de fecha 16 de junio, en su artículo denominado "ACCIDENTE EN MOMBUEY" me sorprende con qué frialdad se indica en el mismo que "la empresa cuenta con todas las medidas de seguridad" (1).
Creo que ante la lacra que es la muerte de trabajadores, al menos hay que ser precavido en las primeras conjeturas, analizar el porque en un porcentaje que alcanza en nuestra comunidad el 87% son trabajadores menores de 40 años, los que pagan con su vida el desmesurado afán de ganar dinero de ciertos empresarios, si así se les puede denominar.
Se debería de analizar, si este y otros trabajadores jóvenes, tenían la suficiente preparación y formación para manipular los elementos mecánicos del trabajo.
Se debería de analizar, si la contratación de este y otros trabajadores jóvenes, cuentan con un contrato estable o simplemente el contrato de obra o servicio por unos pocos meses.
Se debería de analizar, si los medios proporcionados por la empresa están homologados y utilizados correctamente (haciéndoselos conocer a los trabajadores en su utilización).
Se debería de analizar si la empresa cuenta con el plan de prevención, completo, correcto y visado por la autoridad laboral.
Se debería esperar al informe de la inspección de trabajo, al dictamen de la Delegación Territorial de trabajo e incluso a la sentencia del juzgado en caso de reclamación.
En una palabra, un miembro de la clase muere y solo se valora el cumplir o no cumplir, flaco favor se hace a los trabajadores en general y a los trabajadores fallecidos en particular, por favor antes de decantarse por la opción empresarial, meditemos el porqué otro trabajador joven paga con su vida, por el simple hecho de ir a trabajar.
por Roberto Rabadán *
Leyendo la información facilitada por “La Otra Voz de Benavente” de fecha 16 de junio, en su artículo denominado "ACCIDENTE EN MOMBUEY" me sorprende con qué frialdad se indica en el mismo que "la empresa cuenta con todas las medidas de seguridad" (1).
Creo que ante la lacra que es la muerte de trabajadores, al menos hay que ser precavido en las primeras conjeturas, analizar el porque en un porcentaje que alcanza en nuestra comunidad el 87% son trabajadores menores de 40 años, los que pagan con su vida el desmesurado afán de ganar dinero de ciertos empresarios, si así se les puede denominar.
Se debería de analizar, si este y otros trabajadores jóvenes, tenían la suficiente preparación y formación para manipular los elementos mecánicos del trabajo.
Se debería de analizar, si la contratación de este y otros trabajadores jóvenes, cuentan con un contrato estable o simplemente el contrato de obra o servicio por unos pocos meses.
Se debería de analizar, si los medios proporcionados por la empresa están homologados y utilizados correctamente (haciéndoselos conocer a los trabajadores en su utilización).
Se debería de analizar si la empresa cuenta con el plan de prevención, completo, correcto y visado por la autoridad laboral.
Se debería esperar al informe de la inspección de trabajo, al dictamen de la Delegación Territorial de trabajo e incluso a la sentencia del juzgado en caso de reclamación.
En una palabra, un miembro de la clase muere y solo se valora el cumplir o no cumplir, flaco favor se hace a los trabajadores en general y a los trabajadores fallecidos en particular, por favor antes de decantarse por la opción empresarial, meditemos el porqué otro trabajador joven paga con su vida, por el simple hecho de ir a trabajar.
* Miembro de la Comisión Regional de UGT Castilla y León
(1) Nota de la Redacción: Las declaraciones a las que alude el articulista corresponden al delegado sindical de CC.OO, José Antonio Bartolomé.
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