"Nevada" en mayo
LAS PELUSAS DE LOS CHOPOS INVADEN LA CIUDAD
Aumenta el riesgo de incendios
Redacción
Una “nevada” vegetal está llenando desde ayer las calles de Benavente y de los pueblos próximos. La nevada no está provocada por la llegada de ningún frente y de una caída de las temperaturas, que estas superaron los 25º C.
La “nevada” a la que nos referimos la producen las pelusas de los chopos, los conocidos vulgarmente como “pelujos”. Contra lo que algunos creen no se trata del polen de estos árboles, sino de las semillas, o mejor, de lo que envuelve las semillas.
Son semillas algodonosas, dotadas de mecanismos que les permite desplazarse a grandes distancias con el curso del viento. Y ayer sopló Eolo en la comarca.
Masas algodonosas que causan molestias a los viandantes y que se cuelan en cualquier parte, en establecimientos comerciales, en instituciones y en los hogares domésticos.
Los “pelujos” flotan en el aire gracias a los filamentos algodonosos y proceden de los chopos hembras, que liberan estas semillas para cumplir su ciclo reproductivo.
Al caer al suelo forman un manto blando y blanco, peligroso, pues arde como la yesca al roce del fuego, aumentando así el riesgo de incendios para pastos y choperas. El pasado año, el servicio de bomberos de Benavente tuvo que atender numerosos incendios en los alrededores de la ciudad provocados por la quema de "pelujos". El mejor aliado contra estas pelusas, la lluvia. Miremos al cielo.
Fotos: “Nieve” de pelujos en la calle Herreros y en la plazuela de San Juan.
Aumenta el riesgo de incendios
Redacción
Una “nevada” vegetal está llenando desde ayer las calles de Benavente y de los pueblos próximos. La nevada no está provocada por la llegada de ningún frente y de una caída de las temperaturas, que estas superaron los 25º C.
La “nevada” a la que nos referimos la producen las pelusas de los chopos, los conocidos vulgarmente como “pelujos”. Contra lo que algunos creen no se trata del polen de estos árboles, sino de las semillas, o mejor, de lo que envuelve las semillas.
Son semillas algodonosas, dotadas de mecanismos que les permite desplazarse a grandes distancias con el curso del viento. Y ayer sopló Eolo en la comarca.
Masas algodonosas que causan molestias a los viandantes y que se cuelan en cualquier parte, en establecimientos comerciales, en instituciones y en los hogares domésticos.
Los “pelujos” flotan en el aire gracias a los filamentos algodonosos y proceden de los chopos hembras, que liberan estas semillas para cumplir su ciclo reproductivo.
Al caer al suelo forman un manto blando y blanco, peligroso, pues arde como la yesca al roce del fuego, aumentando así el riesgo de incendios para pastos y choperas. El pasado año, el servicio de bomberos de Benavente tuvo que atender numerosos incendios en los alrededores de la ciudad provocados por la quema de "pelujos". El mejor aliado contra estas pelusas, la lluvia. Miremos al cielo.
Fotos: “Nieve” de pelujos en la calle Herreros y en la plazuela de San Juan.
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