Artículo de opinión
CASTILLA Y LEÓN, UNA ANOMALÍA AUTONÓMICA
por Jesús Cuadrado Bausela *
¿Puede citar el nombre del presidente de su Comunidad Autónoma? En Castilla y León sólo acierta el 56% de los encuestados. Caso único en la España de las autonomías. Al presidente de Galicia, que acaba de llegar, ya le conoce el 83% de los gallegos. Para nuestra identidad regional, otro mal dato del último barómetro autonómico del CIS, con noticias para quitar el sueño a todos, al PP y al PSOE. Una anomalía autonómica.
Peor que en el barómetro de 1.998. Entonces, el 30% era pesimista; hoy lo es el 40%. Poca fe en el autogobierno de la región, con la opinión más negativa sobre la gestión de un gobierno regional. Si el paro es la mayor preocupación de los castellanos, casi un 60% considera mala o muy mala la actuación de la Junta en esta materia. Si en Castilla la Mancha un 58% de sus ciudadanos se declaran satisfechos con la gestión de las obras públicas de su gobierno, en Castilla y León están satisfechos el 26%. ¿Y la política agraria de la Junta? En 1.998 la aprobaban el 23% y la suspendían el 31% y, hoy, la respalda el 8% y el 53% la rechazan. La misma anomalía autonómica, la misma pérdida de confianza en el autogobierno, en educación, sanidad, vivienda. Más allá del PP o del PSOE, estamos ante un fracaso colectivo. Ni archivos históricos, ni los últimos de Filipinas en la defensa de España. Cae la confianza de los castellanos en sus instituciones regionales cuando más dependemos de nuestra capacidad de autogobierno.
¿El presidente de la Junta en el barómetro? Sinceramente, no creo que sea de su exclusiva responsabilidad el varapalo que recibe. Parece, más bien, una víctima del desencuentro autonómico de los castellanos. Sólo un 25% le considera eficaz como presidente. Caso único. Le superan los veteranos como Ibarra, al que un 60% de extremeños consideran eficaz, y los nuevos, como el de Castilla la Mancha, con un 52% de valoración positiva. ¿Qué ha pasado en Castilla y León para que la confianza en el presidente haya caído de un 40% en 1998 a un 27% en 2006? Insisto. Creo que esta singularidad castellana no es responsabilidad exclusiva del actual presidente. El mal es más profundo.
Sin músculo para afrontar un proyecto colectivo, Castilla no va bien y no nos vale mirar para otro. Es posible que la canción “a por los catalanes” proporcione votos aquí, pero no sacará del pozo a la Región. Hace siglos, nuestros antepasados perdieron vidas y haciendas para impedir que se hicieran luteranos los del norte de Europa. ¿No hemos aprendido nada? ¿Otra vez, centinelas de fortalezas que no existen? Mejor nos iría si nos ocupáramos más por tener una política industrial, que en 1.998 valoraba como acertada tan sólo el 23% y hoy el 11% de castellanos y leoneses. Mejor dedicar esfuerzos, PP y PSOE, a conseguir un aumento del Fondo de Compensación Interterritorial del Estado, por ejemplo.
Los castellanos no son diferentes por contrarios al autogobierno (Una amplia mayoría quiere más competencias para la Región), sino por sentir como un fracaso estos 25 años de construcción de la Comunidad. PP y PSOE tienen poco tiempo que perder para ponerse de acuerdo en una reforma del Estatuto que recupere la confianza en la Región de castellanos y leoneses. Que nadie se confunda: No se está debilitando España. Se debilita, en España, Castilla y León.
por Jesús Cuadrado Bausela *
¿Puede citar el nombre del presidente de su Comunidad Autónoma? En Castilla y León sólo acierta el 56% de los encuestados. Caso único en la España de las autonomías. Al presidente de Galicia, que acaba de llegar, ya le conoce el 83% de los gallegos. Para nuestra identidad regional, otro mal dato del último barómetro autonómico del CIS, con noticias para quitar el sueño a todos, al PP y al PSOE. Una anomalía autonómica.
Peor que en el barómetro de 1.998. Entonces, el 30% era pesimista; hoy lo es el 40%. Poca fe en el autogobierno de la región, con la opinión más negativa sobre la gestión de un gobierno regional. Si el paro es la mayor preocupación de los castellanos, casi un 60% considera mala o muy mala la actuación de la Junta en esta materia. Si en Castilla la Mancha un 58% de sus ciudadanos se declaran satisfechos con la gestión de las obras públicas de su gobierno, en Castilla y León están satisfechos el 26%. ¿Y la política agraria de la Junta? En 1.998 la aprobaban el 23% y la suspendían el 31% y, hoy, la respalda el 8% y el 53% la rechazan. La misma anomalía autonómica, la misma pérdida de confianza en el autogobierno, en educación, sanidad, vivienda. Más allá del PP o del PSOE, estamos ante un fracaso colectivo. Ni archivos históricos, ni los últimos de Filipinas en la defensa de España. Cae la confianza de los castellanos en sus instituciones regionales cuando más dependemos de nuestra capacidad de autogobierno.
¿El presidente de la Junta en el barómetro? Sinceramente, no creo que sea de su exclusiva responsabilidad el varapalo que recibe. Parece, más bien, una víctima del desencuentro autonómico de los castellanos. Sólo un 25% le considera eficaz como presidente. Caso único. Le superan los veteranos como Ibarra, al que un 60% de extremeños consideran eficaz, y los nuevos, como el de Castilla la Mancha, con un 52% de valoración positiva. ¿Qué ha pasado en Castilla y León para que la confianza en el presidente haya caído de un 40% en 1998 a un 27% en 2006? Insisto. Creo que esta singularidad castellana no es responsabilidad exclusiva del actual presidente. El mal es más profundo.
Sin músculo para afrontar un proyecto colectivo, Castilla no va bien y no nos vale mirar para otro. Es posible que la canción “a por los catalanes” proporcione votos aquí, pero no sacará del pozo a la Región. Hace siglos, nuestros antepasados perdieron vidas y haciendas para impedir que se hicieran luteranos los del norte de Europa. ¿No hemos aprendido nada? ¿Otra vez, centinelas de fortalezas que no existen? Mejor nos iría si nos ocupáramos más por tener una política industrial, que en 1.998 valoraba como acertada tan sólo el 23% y hoy el 11% de castellanos y leoneses. Mejor dedicar esfuerzos, PP y PSOE, a conseguir un aumento del Fondo de Compensación Interterritorial del Estado, por ejemplo.
Los castellanos no son diferentes por contrarios al autogobierno (Una amplia mayoría quiere más competencias para la Región), sino por sentir como un fracaso estos 25 años de construcción de la Comunidad. PP y PSOE tienen poco tiempo que perder para ponerse de acuerdo en una reforma del Estatuto que recupere la confianza en la Región de castellanos y leoneses. Que nadie se confunda: No se está debilitando España. Se debilita, en España, Castilla y León.
* Diputado nacional por Zamora y portavoz de Defensa (PSOE).
(Las opiniones vertidas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de sus autores).
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