Balance de las fiestas
"NECESITAMOS UNA COMISIÓN PLURAL PARA CONSEGUIR UNA FIESTA DEL TORO PLURAL".
Mientras las peñas dan vida a las fiestas, la concejalía de festejos no aporta ninguna actividad útil y novedosa durante la semana.
Tras la conclusión de los actos festivos, Juventudes Socialistas de Benavente hace una valoración medianamente positiva del balance de la Semana Grande, gracias al empeño que peñistas, charangas y peñas no oficiales pusieron en la calle y establecimientos hosteleros para mantener el ritmo y dar dignidad a unos festejos cuya aportación institucional ha sido nula: a tenor de los resultados, ni el Ayuntamiento ni la supuesta comisión de fiestas han sabido aprovechar positivamente el escaso presupuesto, reducido por cierto a costa de los ciudadanos, y no de otros gastos innecesarios.
Si Saturnino Mañanes o Domingo Corral consideran estupendas las fiestas no debería ser por el programa de actividades, sino por factores que se repiten todos los años: ambiente en las calles, música de charangas y participación juvenil. No puede haber otro resultado, y menos si no se añaden novedades originales. Consideramos irresponsable y muy interesada la apropiación partidista de un éxito en el que la comisión de amigos de Domingo Corral no ha participado.
Además, la valoración de nuestro alcalde es excesivamente simplista, basándose únicamente en la asistencia de peñas y público a los escasos espacios no taurinos. Pero la ausencia de autocrítica es mala consejera. Pedimos al alcalde que reconozca la realidad y agradezca públicamente a todos los benaventanos su participación en la calle ya que son ellos los que, a pesar de la crisis y los excesos de este equipo de gobierno, han levantado estas fiestas. Son los ciudadanos y, en concreto los que más trabajan con su incansable presencia por conseguir el interés turístico nacional: con un programa oficial como el de este año, el interés de cualquier forastero por Benavente o sus fiestas es, para nuestro pesar, muy reducido.
Por otro lado, desde Juventudes Socialistas consideramos que la organización de las fiestas debe velar para evitar la presencia de menores en el recorrido del toro, así como la de carritos de bebés en los toros pequeños: no sólo porque no está permitido, sino porque las multas pueden dañar la imagen de la ciudad. La seguridad debe ser un objetivo a conseguir en el recorrido de los actos taurinos –toro, toritos, encierros- y, por tanto, debe estar presente en un protocolo conjunto de normas de ahí que deba plantearse seriamente su redacción.
La Semana Grande de Benavente supone un impulso muy importante para la hostelería, pero las decisiones de este equipo de gobierno están privando a bares y pubs de una parte de sus ingresos. No pueden organizarse unas fiestas de forma unilateral: una comisión plural elaboraría un programa plural y tendría en cuenta todas las sensibilidades. Un año más, el programa de fiestas ha reflejado los intereses particulares de unos pocos, manteniéndose criterios absurdos: los encierros taurinos de la mañana en días laborables deben suprimirse y trasladarse a la tarde-noche, momento en el que no provocan molestias y consiguen una mayor afluencia de público.
Iniciativas como ésta podrían llevarse a cabo si Domingo Corral escuchara a los que no pensamos como él. Sin embargo, nada cambia: no ha habido apenas programación para mayores ni actividades juveniles, exceptuando el concierto del viernes; al parecer, la juventud benaventana se las tiene que arreglar como buenamente pueda para disfrutar. Afortunadamente, lo consiguen, pero ello no exime de responsabilidades al equipo de gobierno. Pedimos cambios, y que se escuche a todos los sectores sociales, para conseguir unas fiestas mucho mejores que las de este año.
Benavente tiene nivel y categoría suficiente para un programa de fiestas con más alternativas. Que no nos confundan: si no hay dinero en las arcas municipales, no sólo es por la crisis, sino también por la ausencia de control económico y financiero en este Ayuntamiento. Si necesitan líquido, que rebajen los números mensuales del alcalde, bastante elevados por cierto.
Por último, queremos y debemos aplaudir el único acierto de estas fiestas, quizá por ser la única decisión diferente a otros años: situar el concierto en las inmediaciones de la estación de tren, lo que contribuyó a mantener el ambiente del centro esa noche. En cualquier caso, creemos que la juventud benaventana se merece para años sucesivos unos conciertos con grupos de mayor renombre nacional, lo que atraería un mayor número de personas a la ciudad y aumentaría su proyección. Ideas y propuestas no nos faltan: ahora toca que, por fin, cuenten con ellas.
Tras la conclusión de los actos festivos, Juventudes Socialistas de Benavente hace una valoración medianamente positiva del balance de la Semana Grande, gracias al empeño que peñistas, charangas y peñas no oficiales pusieron en la calle y establecimientos hosteleros para mantener el ritmo y dar dignidad a unos festejos cuya aportación institucional ha sido nula: a tenor de los resultados, ni el Ayuntamiento ni la supuesta comisión de fiestas han sabido aprovechar positivamente el escaso presupuesto, reducido por cierto a costa de los ciudadanos, y no de otros gastos innecesarios.
Si Saturnino Mañanes o Domingo Corral consideran estupendas las fiestas no debería ser por el programa de actividades, sino por factores que se repiten todos los años: ambiente en las calles, música de charangas y participación juvenil. No puede haber otro resultado, y menos si no se añaden novedades originales. Consideramos irresponsable y muy interesada la apropiación partidista de un éxito en el que la comisión de amigos de Domingo Corral no ha participado.
Además, la valoración de nuestro alcalde es excesivamente simplista, basándose únicamente en la asistencia de peñas y público a los escasos espacios no taurinos. Pero la ausencia de autocrítica es mala consejera. Pedimos al alcalde que reconozca la realidad y agradezca públicamente a todos los benaventanos su participación en la calle ya que son ellos los que, a pesar de la crisis y los excesos de este equipo de gobierno, han levantado estas fiestas. Son los ciudadanos y, en concreto los que más trabajan con su incansable presencia por conseguir el interés turístico nacional: con un programa oficial como el de este año, el interés de cualquier forastero por Benavente o sus fiestas es, para nuestro pesar, muy reducido.
Por otro lado, desde Juventudes Socialistas consideramos que la organización de las fiestas debe velar para evitar la presencia de menores en el recorrido del toro, así como la de carritos de bebés en los toros pequeños: no sólo porque no está permitido, sino porque las multas pueden dañar la imagen de la ciudad. La seguridad debe ser un objetivo a conseguir en el recorrido de los actos taurinos –toro, toritos, encierros- y, por tanto, debe estar presente en un protocolo conjunto de normas de ahí que deba plantearse seriamente su redacción.
La Semana Grande de Benavente supone un impulso muy importante para la hostelería, pero las decisiones de este equipo de gobierno están privando a bares y pubs de una parte de sus ingresos. No pueden organizarse unas fiestas de forma unilateral: una comisión plural elaboraría un programa plural y tendría en cuenta todas las sensibilidades. Un año más, el programa de fiestas ha reflejado los intereses particulares de unos pocos, manteniéndose criterios absurdos: los encierros taurinos de la mañana en días laborables deben suprimirse y trasladarse a la tarde-noche, momento en el que no provocan molestias y consiguen una mayor afluencia de público.
Iniciativas como ésta podrían llevarse a cabo si Domingo Corral escuchara a los que no pensamos como él. Sin embargo, nada cambia: no ha habido apenas programación para mayores ni actividades juveniles, exceptuando el concierto del viernes; al parecer, la juventud benaventana se las tiene que arreglar como buenamente pueda para disfrutar. Afortunadamente, lo consiguen, pero ello no exime de responsabilidades al equipo de gobierno. Pedimos cambios, y que se escuche a todos los sectores sociales, para conseguir unas fiestas mucho mejores que las de este año.
Benavente tiene nivel y categoría suficiente para un programa de fiestas con más alternativas. Que no nos confundan: si no hay dinero en las arcas municipales, no sólo es por la crisis, sino también por la ausencia de control económico y financiero en este Ayuntamiento. Si necesitan líquido, que rebajen los números mensuales del alcalde, bastante elevados por cierto.
Por último, queremos y debemos aplaudir el único acierto de estas fiestas, quizá por ser la única decisión diferente a otros años: situar el concierto en las inmediaciones de la estación de tren, lo que contribuyó a mantener el ambiente del centro esa noche. En cualquier caso, creemos que la juventud benaventana se merece para años sucesivos unos conciertos con grupos de mayor renombre nacional, lo que atraería un mayor número de personas a la ciudad y aumentaría su proyección. Ideas y propuestas no nos faltan: ahora toca que, por fin, cuenten con ellas.
Foto: Esperando el toro en la farola.
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