Desde la bicicleta

MONASTERIOS Y AVUTARDAS POR LOS CAMINOS DE CAMPOS
El cicloturismo centró este fin de semana las actividades de O. T. R. A. Zamora

Después de escuchar la berrea del ciervo, el profundo eco del ciervo macho mientras intenta llamar la atención de la hembra, los turistas que utilizaron este fin de semana las instalaciones de los establecimientos que participan en el programa O. T. R. A. Zamora pudieron conocer, a lomos de una bicicleta todoterreno, varios monasterios y los dominios de la avutarda, una de las especies ornitológicas más grandes de Europa y el ave más grande del mundo capaz de levantar el vuelo.
El cicloturismo en bicicleta todoterreno bajo el epígrafe ‘Rutas jacobeas-Ruta mozárabe’ y con nivel medio de dificultad fue el protagonista el sábado, día 13 de octubre, partiendo del antiguo monasterio de San Salvador de Tábara, con destino final en el monasterio de Santa María de Moreruela, posiblemente, el primer enclave cisterciense de España. Las ruinas, consideradas como monumento histórico nacional desde 1931, permiten todavía ver con claridad uno de los monumentos más impresionantes y emblemáticos de la antigua Vía de la Plata.
El domingo, día 14 de octubre, los participantes en las actividades organizadas por O. T. R. A. Zamora disfrutaron de una jornada de observación de aves esteparias, con especial hincapié en la avutarda. Lorena Hernández, es la bióloga que acompañará y guiará la expedición. "Son aves bastante difíciles de observar porque se camuflan muy bien entre los campos de cultivo pero vamos a aprovechar el hecho de que se asustan con poca facilidad, a no ser que se sientan amenazadas. De todas formas, y aunque no es la mejor época para verlos, intentaremos pasar una buena jornada de observación", indica la bióloga.
La avutarda comienza a concentrarse durante esta época del año en el Parque Natural ‘Lagunas de Villafáfila’ y, si el tiempo lo permite, y con el apoyo del material óptico adecuado que proporcionará la organización, los visitantes se acercarán a una de las aves más grandes del Continente. "Lo más espectacular es el tamaño porque una avutarda puede llegar a pesar 14 ó 15 kilos, lo que explica que su vuelo sea lento y pausado. La zona de las Lagunas de Villafáfila es especial para esta especie ya que estamos hablando de la que, probablemente, es la mayor concentración de Europa, seguramente con más de 2.000 ejemplares", apunta Hernández.