La polis

CANDIDATO DE ZAMORA

Por Jesús Cuadrado

No tengo nada contra Tunino Mañanes, al contrario, le considero buena gente, pero inicia la carrera al ayuntamiento con mal pie. Le quitaron desde Zamora y le ponen desde Zamora; eso en Benavente, como él sabe, se paga. “Más vale volando”, ya fue el lema del condado. Imagínense al alcalde de Benavente pidiendo permiso al presidente del PP de Zamora para potenciar el centro logístico de la ciudad, o para proponer un hospital con peso propio en la red hospitalaria de Castilla y León, o para gestionar desde el ayuntamiento los servicios sociales que desgobierna la Diputación. No será difícil imaginárselo porque ya lo vivimos, con Tunino de alcalde. Y es que, por muy buena voluntad que se tenga, no hay forma de tirar de la ciudad si se es prisionero de los que ni entienden a Benavente ni quieren a Benavente. Pasó, y con una hay bastante.
¿El estilo maíllo en Benavente? Innovaduero le llaman al último juguete, otro más para conseguir lo de siempre, comerse el dinero de toda la provincia en fiesta y foto. ¿Dónde? En Ifeza. ¿Con qué objeto? Que se pueda calificar de serio, no se sabe. La broma consistía en promocionar el turismo de aventura. ¿Dirigido al mercado madrileño, por ejemplo? No, al de Zamora. ¿El genio de la operación? Maíllo, el mismo que gasta el dinero de los zamoranos en promocionar los productos ecológicos de los andaluces, que, claro, le aplauden. Si se consultan los anuarios de la inversión pública en carreteras provinciales, se podrá ver el resultado de la cultura política “a lo maíllo”. En las de Maíllo en Zamora, 2.000 euros invertidos por kilómetro y año; en las de Castilla y León, 4.000; en las de España, 9.000. Ya sabe usted por qué hay tantos baches (los que salen tan bonitos en el cuché de LA OTRA) en sus carreteras provinciales: Los maíllos se gastan el dinero en carruseles. ¿Este modelo en Benavente? Pa su tía.