El silbato

"¡A POR ELLOS!"
Por Juan S. Crisóstomo

Estuve este fin de semana en Benavente. Ya han comenzado las matanzas y mi tía, la del pueblo, se empeña todos los años en que vaya. Y yo lo agradezco, la verdad.
Leo la prensa y veo la televisión local. Al parecer ya han comenzado algunos partidos a proclamar sus candidatos a siete meses de las elecciones.
El PP ha sido el primero en hacerlo, al menos de manera oficial. La verdad es que se ha retrasado un poco, ya que el presidente provincial Martínez Maíllo anunció en verano que daría a conocer el candidato en septiembre; luego rectificó y lo retrasó a octubre. Pero, pasó este mes y el siguiente y ha sido con el adviento cuando el PP de Zamora ha querido presentar a su hombre en Benavente. Lo ha encontrado en Saturnino Mañanes, que ya fue alcalde de 2000 a 2003 y al que el PP no dejó concurrir en los últimos comicios.
Pero claro, ahora parece que los populares estaban faltos de candidato. Quemaron al que presentaron en las últimas elecciones, Ángel Cachón, un hombre que no quiso plegarse a los intereses del PP de Zamora y antepuso los de Benavente al partido. Por eso se fue y los dejó compuestos y sin novio. Por otra parte, Juan Dúo, presidente local del PP, al que Maíllo presentara en sociedad como “el Rajoy de Benavente”, perdió todas las opciones cuando fue condenado como autor penalmente responsable de los insultos vertidos vía SMS contra el secretario local del Partido Socialista. La estrella de Dúo se apagó. Antes se había apagado la de Camilo Hernando, la de Alejandro Escudero y la de Antonio Zapatero. Dice mi padre que la de Manuel Vega ni siquiera ha llegado a brillar, pues los negros nubarrones con los que aparecía rodeado no han dejado que pase su luz.
Así que el PP ha tenido que volver a rebuscar en la trastienda de los trastos; no le quedaba más remedio. Y ahí estaba Tunino, dispuesto, esperando una segunda oportunidad que le brindaran desde Zamora. Basta con una mano de barniz y como nuevo. ¡Hala!, a ver qué pasa.
Faltos como están los populares de liderazgo en Benavente, Tunino fue vitoreado la tarde del viernes por los suyos en el Parador; tanto que, eufórico, lanzó – o se le escapó- al final un: "¡A por ellos!", al tiempo que levantaba los puños, lo que consiguió enardecer y vibrar a la masa de hooligans que asistían al acto de presentación.
No es la mejor manera de empezar, creo yo. En este grito de "¡A por ellos!" hay mucho de rabia contenida, de ira, de odio hacia el otro. Es como un grito de guerra, de llamada cainita, de violencia desatada, de pensar con las vísceras más que con la razón.
Benavente está para que la gobiernen con mesura, prudencia y templanza, con objetivos centrados en su desarrollo social y económico, que está consiguiendo con su propio esfuerzo y dinamismo. Benavente no está para que la gobiernen a distancia, como ya ocurriera en la época de Mañanes, un hombre dócil a los intereses que le marcaban desde Zamora y que no se caracterizó precisamente por dar la batalla por Benavente. Por eso, el candidato retrasa –leo en La Otra Voz- la construcción del nuevo Hospital para el 2020: eso es fidelidad a unas siglas. Espero que por el bienestar de los ciudadanos, a partir de mayo de 2007, alguien, con más sensatez al frente de la Junta de Castilla y León, acepte los terrenos cedidos por el Ayuntamiento que preside Manuel García Guerra y encargue el proyecto antes de 2008. Mañanes podrá esperar; Benavente no puede detenerse.