La Otra Voz de Benavente y Los Valles

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lunes, noviembre 13, 2006

El ajo fino

POR SAN MARTINO
Hortelanos de Los Valles siembran ahora lo que cogerán por San Juan

Redacción


De San Martín (11 de noviembre) a San Juan (24 de junio). Ya lo dice el refrán: "Por San Martino, el ajo fino". Siete meses y medio tendrán que esperar los hortelanos de Los Valles de Benavente que estos días han sembrado los ajos. Siguiendo con la tradicional costumbre, y aprovechando el veranillo de San Martín, muchos agricultores han llevado el diente al hoyo, esperando los fríos del invierno y los primeros brotes de la nueva planta allá por finales de enero; aunque todo depende de cómo venga la metereología.
La tierra, previamente, se ha preparado, abonándola y envolviéndola, para luego trazar el surco y con ayuda de un palo sembrador, hacer un pequeño orificio u hoyo en el medio del surco, cada poco más de una cuarta, y depositar allí el diente de ajo. Luego, a tapar y a esperar a que con los fríos del invierno el diente se aclimate a la tierra, para después bien enraizar y sacar los primeros brotes.
Si alguno, no obstante, anda un poco rezagado y, por cualquier motivo, se le pasa el tiempo de la siembra, lo podrá intentar más adelante, pues dice el refrán que: "El buen ajero los siembra en el mes de enero".
Puestos a refranes, aquí van unos pocos que tienen al ajo por protagonista:
Ajo, sal y pimiento, y lo demás es cuento.
Ajo, cebolla y limón, y déjate de inyección.
Ajo hervido, ajo perdido.
Con pan y ajo crudo se anda seguro.
Ajo crudo y vino puro pasan el puerto seguro.
A quién ajo come y vino bebe, ni la víbora le puede.
En tiempo nevado, un ajo vale lo que un caballo.
Los ajos, por Navidad, ni nacidos ni por sembrar.
Por San Pedro, se arranca el ajo y se siembra el puerro.
Tantos días pasan de enero, tantos ajos pierde el ajero.
Al que trabaja y anda desnudo, ajo y vino puro.
Quítale el ajo y muerto has al aldeano.
Pan, vino y ajo, crudos, hacen andar al mozo agudo.
Comer ajo y beber vino no es desatino.
Ajo, ¿por qué te criaste tan ruin? Porque no me plantaste por San Martín.
No hay campana sin badajo, ni sopa buena sin ajo.
El ajo de enero llena el mortero.
Dijo la cebolla al ajo: acompáñame siempre, majo.
Ajo que del hornillo salta, al diablo vaya.
En marzo mulle tu ajo; en abril vuélvelo a mullir; y en mayo no lo toques ni con el sayo.
Por san Martino el ajo fino.
Si quieres salir de ajero planta los ajos en febrero.
Ajo y cebollino, para con vino.
El ajo entero salta del mortero.
A quien come bien el pan, pecado es el ajo que le dan.
Tan sano es el trabajo como en la sopa el ajo.
Por la Sanmartinada siembra el ajo la casada.

Foto: Un hortelano, sembrando los ajos el día de San Martín en Mózar de Valverde.