La marcha ciclista a Santiago
LOS PEREGRINOS DEL HOSPITAL (y 5)
La llegada a Santiago. Fotografías en ruta
Texto: J. I. M. Benito
Fotos: S. Ferreras y E. Baeza
La llegada a Santiago. Fotografías en ruta
Texto: J. I. M. Benito
Fotos: S. Ferreras y E. Baeza
Los peregrinos del Hospital llegaron finalmente a Santiago, después de haber marchado durante casi mil kilómetros, atravesando puertos, sorteando toros, pasando al lado de vestigios arqueológicos que indican la antigüedad de la Vía de la Plata. Cruzaron arroyos, cayeron a alguno, se adentraron en bosques y en campos de soledad; mustio collado en un Itálica cerrada a cal y canto, que hasta las ruinas también descansan, aunque sea los lunes, al sol y a la sombra, pero descansan.
Los peregrinos hollaron sus cubiertas por calzadas y puentes romanos, en Mérida, en Baños de Montemayor, en Salamanca. Se asomaron a ver las aguas del Guadiana, del Tormes, del Duero y del Miño. Aguas frías y calientes, con Las Burgas por montera. Pincharon tres veces, como tres caídas hacia su particular Gólgota. El cielo no se rasgó, aunque la lluvia les sorprendiera en Sanabria. Bosques de encinas, de pinos, de eucaliptos, matorrales de jaras, retamas y helechos, variedad climática y paisajística de esta España nuestra, de Almería a Santiago, de Sevilla a Santiago, desde todos los lugares a Compostela. Y allí llegaron, ebrios de esfuerzo y alguna que otra tendinitis.
Con credencial o sin ella se hace el camino -ya dijimos que finalmente la consiguieron en Mérida-, que en Sevilla hace más calor y más pereza el dispensarla. La vuelta a Benavente en autobús, nocturna, matutina, con las bicicletas en el maletero, y es que hasta las caballerías mecánicas tienen también derecho al descanso. Al día siguiente, recepción en el Ayuntamiento de Benavente, como recogemos en la última instantánea de esta ruta solidaria: A Santiago de Galicia por un Hospital en Benavente. Santiago Ferreras y Emilio Baeza cabalgaron juntos por la Vía de la Plata, por el cordel sanabrés, desde el sur al norte; el sur existe y el norte también, como existe -sin fe o sin ella- el sepulcro del Apóstol.., como existirá también algún día el Hospital de Benavente.
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