OPINIÓN

DESARROLLO Y FRENO

por José Ignacio Martín Benito

Las provincias del oeste de la comunidad de Castilla y León presentan distinto grado de desarrollo en comparación con el eje Valladolid-Burgos. No obstante, en algunos lugares existen determinadas zonas que indican que algo se está moviendo en el oeste. El norte de la provincia zamorana es un ejemplo de ello. Hoy por hoy, la imagen de este desarrollo la encarna la ciudad de Benavente, que, a la vez, sirve de locomotora de las poblaciones vecinas. El aumento poblacional del núcleo urbano parece que está ligado a una mayor actividad económica. Ello, junto a la puesta en marcha de un proyecto de ciudad, se convierte en una garantía de estabilidad para las localidades del entorno.
La puesta en marcha del Parque Logístico de Benavente con la instalación y captación de empresas es uno de las grandes apuestas de futuro. Los proyectos de instalación de plantas de biocombustible en diversas localidades, entre ellas Barcial del Barco, el desarrollo de polígonos industriales en Villabrázaro, Benavente, San Cristóbal o Castrogonzalo, contribuyen en proyectar hacia fuera –y también hacia adentro- una imagen de comarca.
Por eso, no se entiende muy bien que alguien está empeñado en intentar parar todo lo que suene a desarrollo en el norte de la provincia. No se entiende que desde el Partido Popular se nieguen sistemáticamente a construir un nuevo Hospital Comarcal –a pesar de tenerlo todo a favor.
Tampoco se entiende la ofensiva que los alcaldes del PP han iniciado contra el Ayuntamiento de Benavente, tomando como disculpa el proyecto de Abastecimiento de Agua desde el Río Tera, un proyecto financiado por el Gobierno Central y las administraciones regional, provincial y local. Nunca se podría entender que Benavente quedara fuera de la Comisión de Seguimiento –como pretenden Maíllo y Cía.- cuando precisamente el Ayuntamiento de Benavente presupuestariamente contribuye tanto como la Diputación provincial al proyecto.
El Ayuntamiento de Benavente no puede quedar al margen de la Comisión: primero, porque en el proyecto del Tera pone tanto dinero como la Diputación (y nadie se plantea que esta quede fuera); segunda, porque más de la mitad de la población que se beneficiará de este proyecto de abastecimiento reside en Benavente.
Lo que sucede es que Benavente no es del agrado del presidente del PP provincial, Fernando Martínez Maíllo y, claro, a tocado a rebato, llamando a sus alcaldes. Esto es un ejercicio de irresponsabilidad muy grande, intentar enfrentar a algunos ayuntamientos vecinos con la ciudad por cuestiones de representación.
El PP está intentando que en Benavente y comarca se consolide un proyecto distinto al suyo, un proyecto que saque a este territorio de la marginalidad y aislacionismo al que se le ha sometido durante mucho tiempo. Si Benavente y la comarca prosperan, no será precisamente a las gestiones de Fernández Maíllo, empeñado y obsesionado como está para que toda siga igual, como siempre. Pero Benavente ya ha roto el molde.