Otra Voz para quienes se niegan a callar

"La Voz de Benavente y comarcas" ha cambiado de propietarios estos días. Lo ha comprado el grupo que recientemente hizo lo propio con "El Adelanto" de Salamanca. Lo primero que han hecho es censurar un artículo de colaboración de José Ignacio Martín Benito, destacado intelectual de la ciudad pero también, ay, secretario local del PSOE. Los nuevos propietarios están ligados al PP. Era un colaborador habitual, llevaba cinco años enviando a la publicación artículos de todo tipo y de manera totalmente altruista.

Se ve por donde van a ir los tiros. El cerco a Benavente se estrecha. Han sentado sus huestes en torno a la ciudad, tras ganarla el PSOE en las últimas municipales y han logrado colar un nuevo "caballo de Troya". ¿Qué hacer cuanto no sean del PP? ¿Callar? ¿Resignarse? Para nada. Internet es ancho y libre. Si esa Voz pasa a ser solo la de algunos, los demás podemos poner en pie otra distinta, libre, abierta, al alcance de cualquiera y al servicio, no de un partido, sino de Benavente y su comarca.

Por eso mismo y como primera iniciativa, ahí va el artículo de Martín Benito que no podrá leerse en la nueva -pero tan "vieja"- Voz de Benavente:

Foto inferior: Concentración de la Mesa Pro-Hospital ante el edificio del Senado (Madrid), 10 de septiembre de 2005. Foto ICAL.

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COMPROMISO ROTO
por José Ignacio Martín Benito

Acabó 2005. Con él no sólo se fue un año, sino también la presencia de algunos buenos amigos. Es lo que tiene el paso del tiempo, que va erosionándolo todo. Hasta los recuerdos. Por eso la necesidad de mantener viva y activa la memoria, para que los hechos y palabras perduren y, con ellos, también nosotros.
Pero la memoria es frágil si no se mantiene activada. Sobre todo la memoria pública, que pasado un tiempo, se presta a interpretaciones. Acaso por eso, siendo consciente del paso del tiempo, el Partido Popular acaba de romper su compromiso con los ciudadanos de esta comarca sobre la construcción de un nuevo Hospital en Benavente.
A lo largo del año ya había dado varias muestras de ello. Pero fue diciembre el mes de la ruptura. Pudiéndolo hacer, sin embargo no presupuestó ni un solo euro para llevar a cabo su promesa. Además, en el pleno de las Cortes regionales sobre los Presupuestos para 2006, en días previos a la Navidad, su portavoz llegó a afirmar, ante la presentación de una enmienda para que se abriera partida presupuestaria para el Hospital, que el PP nunca había prometido la construcción del mismo.
Aquellas palabras las estaba escuchando la vicepresidenta de las Cortes de Castilla y León, Carmen Luís Heras. Ella, seguro, era consciente que su compañero no estaba bien informado. Por eso será bueno refrescar la memoria.
En mayo de 2003, vísperas de las elecciones autonómicas y municipales, los candidatos del Partido Popular a las Cortes, el candidato a la presidencia de la Diputación y los aspirantes al Ayuntamiento de Benavente, visitaron los terrenos donde, prometieron, se iba a construir el nuevo Hospital. Añadieron entonces que: “Ahora sí, ahora toca el Hospital”. Aquella promesa la fortalecieron aún más en mítines y, por escrito, en una carta oficial, enviada a todos los domicilios benaventanos, donde reiteraban su promesa de construir el nuevo Hospital en Benavente.
Parece que ahora algunos andan buscando todas las cartas donde quedó sellado el compromiso para quemarlas en pira pública; andan buscando también todos los ejemplares de los periódicos y todas las fotografías de la visita de los terrenos, para hacer lo propio. Creen así aquello de “muerto el perro se acabó la rabia”. Pero no. El PP ha llegado a creer que renegando de su compromiso adquirido en mayo de 2003, los ciudadanos se olvidarán de esa promesa y volverán a devolverles la confianza perdida.

Eso deben pensar quienes están acostumbrados a la mentira: a la de la guerra de Irak y a las armas de destrucción masiva, a la del Prestige, a la del Yak 42, a la del atentado del 11-M…; por eso deben creer que una mentira más, en provincias y en una comarca como la de Benavente, pasará desapercibida.
La puntilla al compromiso adquirido con los ciudadanos de la comarca de Benavente ha sido la negativa a firmar el convenio con el Ministerio de Administraciones Públicas para poder destinar 2 millones de euros a la construcción del nuevo Hospital. Aquí, incluso, pretendieron engañar a los titulares del propio Ministerio. El Consejero de Sanidad pidió los 2 millones de € para reformar el viejo y obsoleto hospital viejo. Pensaban que en Madrid no se darían cuenta y que el engaño colaría. No coló y los dos millones se perdieron.
Ahora hace falta saber si en esa farsa participaron también los concejales del PP de Benavente, que unos días antes se reunieron en Valladolid con el consejero Antón, en presencia del delegado territorial de la Junta en Zamora. Me queda la duda, pero hoy por hoy creo que no, que a ellos también la Junta les ha engañado como a chinos. Lo difícil es entender a qué están jugando, cubriéndole las espaldas al consejero de Sanidad. El asunto del Hospital les ha puesto nerviosos, tanto que, incompresiblemente, no se presentaron en el último pleno en donde se debatía el Pacto Local.
Pero en todo este asunto del Hospital, los concejales del PP de Benavente no son más que peones de brega. La torre está en Zamora y el “rey” en Valladolid. Alguien, desde Zamora, ha enrocado al rey.
Pero no es hora de jugar al ajedrez. Sí es hora, en cambio, de recordar, de hacer que la amnesia y la desmemoria no se apodere de nosotros. Es preciso recordar para poder seguir viviendo. Y en asuntos públicos, los ciudadanos tienen todo el derecho a no perder la memoria. La Historia, lo dijo el griego Herodoto, es “maestra de la vida”. De sus enseñanzas debemos aprender. La Historia se fundamenta en la memoria, ya sea individual o colectiva. Por eso es menester que la memoria y los documentos –escritos o gráficos- no se pierdan. Sólo así se aclararán algunas cosas.
De momento, lo único que los ciudadanos han sacado en claro de todo este año 2005 y, en particular, de la recta final de diciembre, es que el Partido Popular ha roto su compromiso con Benavente y comarca. Vamos, que no nos quieren.