Memoria histórica
CUATRO EJECUTADOS EN LA GUERRA CIVIL RECIBEN SEPULTURA EN BENAVENTE
El acto dedicado a los benaventanos ejecutados en octubre de 1936 contó con la presencia de familiares directos de los represaliados
Juanma de Sáa. ICAL
El acto dedicado a los benaventanos ejecutados en octubre de 1936 contó con la presencia de familiares directos de los represaliados
Juanma de Sáa. ICAL
Más de un centenar de personas asistieron hoy en el cementerio municipal de Benavente (Zamora) a la ceremonia en la que se dio sepultura a cuatro hombres que fueron ejecutados durante la Guerra Civil Española y cuyos restos se exhumaron a mediados de junio de 2009 en una fosa común en Santa Marta de Tera.
Una vez completado el proceso de identificación de los restos, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica organizó bajo el epígrafe ‘Homenaje a cuatro víctimas del franquismo en Benavente’ el acto dedicado a los benaventanos ejecutados en octubre de 1936 y que contó con la presencia de familiares directos de los represaliados. “Se cierra un círculo cada vez que una persona condenada a la desaparición forzosa se vuelve a sacar a la luz”, afirmó, en declaraciones a la agencia Ical, Ángeles Morales, presidenta de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Zamora. “Culminar ese acto y ese duelo por parte de los familiares y rendir justicia a esos restos hace que en cada uno de estos actos se cristalice todo el afán que tenemos de cerrar heridas que se habían cerrado en falso”, añadió.
Víctor Calvo López, contable de profesión, había cumplido 33 años cuando fue asesinado; Andrés Castaño Fernández, albañil, tenía 46; Clemente López Fernández, jornalero, 33, y Modesto Rodríguez Vecino, dependiente de comercio, fue ejecutado cuando tenía 26 años. Los cuatro vecinos de Benavente estaban vinculados al Partido Socialista Obrero Español, al Partido Republicano Radical Socialista o eran sindicalistas, según los casos y los datos que proporcionó la ARMH de Zamora. Estuvieron detenidos en la prisión de Puebla de Sanabria, de la que fueron sacados con el pretexto de un traslado a la de Zamora pero durante el trayecto hubo una parada en la que fueron ejecutados en las proximidades de Santa Marta de Tera. “Esta fosa fue la primera que se abrió por orden judicial de la entonces jueza de Benavente, Tania Chico. Los familiares de represaliados en Destriana (León) tenían noticias de esta fosa y se había localizado a gente de Santa Marta y algunos documentos que apuntaban a la existencia de un enterramiento de cuatro personas de Benavente”, explicó Morales.
“Conté los tiros que les dieron a estos señores”, dijo a Ical Felícito Ballesteros, de 85 años, natural de Santa Marta de Tera y testigo presencial de los asesinatos. “Tenía once años cuando presencié aquello. No hay derecho a matar a nadie. Los primeros enterrados en Santa Marta fueron los tres de Destriana y los segundos, los de Benavente, el día 22 de octubre de 1936”, explicó. “Si no es por la opción mía, estos restos no llegan a Benavente ni a sus familiares porque todo el mundo negaba que hubiera restos. Yo dije que estaban ahí”, recalcó.
Una vez completado el proceso de identificación de los restos, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica organizó bajo el epígrafe ‘Homenaje a cuatro víctimas del franquismo en Benavente’ el acto dedicado a los benaventanos ejecutados en octubre de 1936 y que contó con la presencia de familiares directos de los represaliados. “Se cierra un círculo cada vez que una persona condenada a la desaparición forzosa se vuelve a sacar a la luz”, afirmó, en declaraciones a la agencia Ical, Ángeles Morales, presidenta de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Zamora. “Culminar ese acto y ese duelo por parte de los familiares y rendir justicia a esos restos hace que en cada uno de estos actos se cristalice todo el afán que tenemos de cerrar heridas que se habían cerrado en falso”, añadió.
Víctor Calvo López, contable de profesión, había cumplido 33 años cuando fue asesinado; Andrés Castaño Fernández, albañil, tenía 46; Clemente López Fernández, jornalero, 33, y Modesto Rodríguez Vecino, dependiente de comercio, fue ejecutado cuando tenía 26 años. Los cuatro vecinos de Benavente estaban vinculados al Partido Socialista Obrero Español, al Partido Republicano Radical Socialista o eran sindicalistas, según los casos y los datos que proporcionó la ARMH de Zamora. Estuvieron detenidos en la prisión de Puebla de Sanabria, de la que fueron sacados con el pretexto de un traslado a la de Zamora pero durante el trayecto hubo una parada en la que fueron ejecutados en las proximidades de Santa Marta de Tera. “Esta fosa fue la primera que se abrió por orden judicial de la entonces jueza de Benavente, Tania Chico. Los familiares de represaliados en Destriana (León) tenían noticias de esta fosa y se había localizado a gente de Santa Marta y algunos documentos que apuntaban a la existencia de un enterramiento de cuatro personas de Benavente”, explicó Morales.
“Conté los tiros que les dieron a estos señores”, dijo a Ical Felícito Ballesteros, de 85 años, natural de Santa Marta de Tera y testigo presencial de los asesinatos. “Tenía once años cuando presencié aquello. No hay derecho a matar a nadie. Los primeros enterrados en Santa Marta fueron los tres de Destriana y los segundos, los de Benavente, el día 22 de octubre de 1936”, explicó. “Si no es por la opción mía, estos restos no llegan a Benavente ni a sus familiares porque todo el mundo negaba que hubiera restos. Yo dije que estaban ahí”, recalcó.
Emoción
Los familiares, algunos de ellos, descendientes directos de los ejecutados, se mostraron visiblemente emocionados durante el acto que comenzó con las intervenciones de la presidenta de la ARMH y de Marta González, integrante de la Asociación, y en el que destacó la intervención, firme y emotiva, de Magalí Hidalgo, nieta de Víctor Calvo. “Pensamos en los jueces honrados valientes que hicieron ley por los derechos de las víctimas y de sus familias y de los que lucharon por hacerlas cumplir. Ni unos ni otros lo han tenido fácil, como ya hemos visto y, pese a ello, han perseverado en su trabajo”, dijo durante su discurso, dedicando una mención especial a la jueza asturiana Tania Chico. “Lo que más valoramos ha sido el apoyo de los cientos de personas comprometidas y batalladoras de la ARMH que han ofrecido las herramientas que tenían a su alcance y que han sido un bien precioso para nosotros, dando la sensación de que alguien estaba de nuestro lado”, apuntó.
Tras la alocución de Magalí Hidalgo, que concluyó con una salva de aplausos por parte de los asistentes, un familiar de uno de los represaliados tomó brevemente la palabra para protestar por la placa del monolito recién instalado por el Ayuntamiento de Benavente. “Es una vergüenza que la placa hable de ‘fallecidos’ cuando debería poner ‘asesinados’, que es lo que fueron realmente”, espetó.
Con los versos de Mario Benedetti todavía en el ambiente, y después de guardar un minuto de silencio ante la fosa en la que reposarán los restos de los cuatro benaventanos asesinados, sus familiares arrojaron al interior sendas rosas blancas como “símbolo de la inocencia de las víctimas”, según indicó la presidenta de la ARMH de Zamora.
Los familiares, algunos de ellos, descendientes directos de los ejecutados, se mostraron visiblemente emocionados durante el acto que comenzó con las intervenciones de la presidenta de la ARMH y de Marta González, integrante de la Asociación, y en el que destacó la intervención, firme y emotiva, de Magalí Hidalgo, nieta de Víctor Calvo. “Pensamos en los jueces honrados valientes que hicieron ley por los derechos de las víctimas y de sus familias y de los que lucharon por hacerlas cumplir. Ni unos ni otros lo han tenido fácil, como ya hemos visto y, pese a ello, han perseverado en su trabajo”, dijo durante su discurso, dedicando una mención especial a la jueza asturiana Tania Chico. “Lo que más valoramos ha sido el apoyo de los cientos de personas comprometidas y batalladoras de la ARMH que han ofrecido las herramientas que tenían a su alcance y que han sido un bien precioso para nosotros, dando la sensación de que alguien estaba de nuestro lado”, apuntó.
Tras la alocución de Magalí Hidalgo, que concluyó con una salva de aplausos por parte de los asistentes, un familiar de uno de los represaliados tomó brevemente la palabra para protestar por la placa del monolito recién instalado por el Ayuntamiento de Benavente. “Es una vergüenza que la placa hable de ‘fallecidos’ cuando debería poner ‘asesinados’, que es lo que fueron realmente”, espetó.
Con los versos de Mario Benedetti todavía en el ambiente, y después de guardar un minuto de silencio ante la fosa en la que reposarán los restos de los cuatro benaventanos asesinados, sus familiares arrojaron al interior sendas rosas blancas como “símbolo de la inocencia de las víctimas”, según indicó la presidenta de la ARMH de Zamora.
Críticas al Estado
Al terminar el acto, el concejal por Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Benavente, Manuel Burón, y la concejala por el Partido Socialista, Purificación Fraile, expresaron su apoyo a la causa defendida por la ARMH y criticaron al Partido Popular por no haber tenido ninguna representación en la ceremonia. “Debería haber alguien del equipo de Gobierno”, comentó. “Nosotros también pensamos que la placa del monolito debería hablar de ‘asesinados’ porque esos ciudadanos no murieron de muerte natural, sean del bando que sean”, añadió, anotando que, en cualquier caso, “a pesar de la tristeza que producen estos actos, podemos tener la satisfacción de que sea el segundo acto porque hace cinco años hubo aquí mismo, en el cementerio de Benavente, un homenaje a nueve fusilados en Villanueva del Campo”.
Por su parte, Ángeles Morales criticó, en declaraciones a Ical, el hecho de que el Estado “haya delegado competencias que le son propias como esclarecer la verdad y reparar los daños a las personas y negando a la gente masacrada guante la Guerra Civil Española el derecho de amparo”. En este sentido, añadió que “se delega en iniciativas privadas, asociaciones, dando subvenciones y dejando hacer intervenciones aquí y allá pero esto no debería ser competencia de la iniciativa privada y, de algún modo, la Ley de la Memoria Histórica permite estas cosas pero no las cierra”, apuntando que “esto fue una iniciativa del juez Garzón y mira lo que pasó al final”.
Asimismo, recalcó que “no se puede entender que en países como Alemania, los países balcánicos, Ruanda o Camboya se haga una visión crítica de la historia y que en España no se pueda hacer” y se preguntó “por qué parece que somos un hecho histórico diferencial que nos impide dar la vuelta y esclarecer la verdad”.
Al terminar el acto, el concejal por Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Benavente, Manuel Burón, y la concejala por el Partido Socialista, Purificación Fraile, expresaron su apoyo a la causa defendida por la ARMH y criticaron al Partido Popular por no haber tenido ninguna representación en la ceremonia. “Debería haber alguien del equipo de Gobierno”, comentó. “Nosotros también pensamos que la placa del monolito debería hablar de ‘asesinados’ porque esos ciudadanos no murieron de muerte natural, sean del bando que sean”, añadió, anotando que, en cualquier caso, “a pesar de la tristeza que producen estos actos, podemos tener la satisfacción de que sea el segundo acto porque hace cinco años hubo aquí mismo, en el cementerio de Benavente, un homenaje a nueve fusilados en Villanueva del Campo”.
Por su parte, Ángeles Morales criticó, en declaraciones a Ical, el hecho de que el Estado “haya delegado competencias que le son propias como esclarecer la verdad y reparar los daños a las personas y negando a la gente masacrada guante la Guerra Civil Española el derecho de amparo”. En este sentido, añadió que “se delega en iniciativas privadas, asociaciones, dando subvenciones y dejando hacer intervenciones aquí y allá pero esto no debería ser competencia de la iniciativa privada y, de algún modo, la Ley de la Memoria Histórica permite estas cosas pero no las cierra”, apuntando que “esto fue una iniciativa del juez Garzón y mira lo que pasó al final”.
Asimismo, recalcó que “no se puede entender que en países como Alemania, los países balcánicos, Ruanda o Camboya se haga una visión crítica de la historia y que en España no se pueda hacer” y se preguntó “por qué parece que somos un hecho histórico diferencial que nos impide dar la vuelta y esclarecer la verdad”.
Foto: J. L. Leal / ICAL Los restos de cuatro ejecutados durante la Guerra Civil Española, que fueron encontrados en una fosa común en Santa Marta de Tera (Zamora) tras ser asesinados en octubre de 1936, reciben sepultura en el cementerio de Benavente en un acto organizado por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.
Etiquetas: Sucesos
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