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Juicio en Zamora
LA FISCALÍA SOLICITA 18 AÑOS DE PRISIÓN PARA EL HOMBRE JUZGADO POR ARROLLAR A UN AGENTE DE TRÁFICO
Los sucesos ocurrieron en 2007 en las cercanías de Benavente
La Audiencia Provincial de Zamora dejó hoy visto para sentencia el juicio contra un hombre acusado de haber arrollado con su coche a un guardia civil de Tráfico que le perseguía tras saltarse un control de carretera y el fiscal solicitó finalmente 18 años de prisión por los delitos de homicidio, atentado a la autoridad y conducción temeraria.
No obstante, como alternativa planteó 14 años de prisión si finalmente se tiene en cuenta la atenuante de trastorno mental transitorio planteado por la defensa.
La acusación particular, por su parte, pidió 32 años de prisión, de los que 18 los son por el asesinato del agente, diez por la tentativa de homicidio sobre otros dos guardias civiles, dos por desobediencia y resistencia a la autoridad y otros dos por conducción temeraria.
La defensa planteó la eximente completa del acusado por una supuesta enajenación mental transitoria o, en su defecto, seis meses de prisión por un delito de homicidio imprudente y tres meses de prisión por el resto de los delitos.
Los hechos tuvieron lugar el 11 de julio del año 2007, cuando el acusado, acompañado de una chica que no se encuentra imputada y que ayer declaró como testigo, se saltó un control de tráfico en la A-66, en Mansilla de las Mulas (León). No hizo caso a las órdenes de los agentes e inició una persecución que se prolongó por las provincias de León y Zamora durante más de 150 kilómetros. A la altura de Benavente (Zamora) arremetió supuestamente contra el guardia civil que perdió la vida al estrellarse contra la barrera de seguridad y salir despedido. Continuó la persecución hasta que el coche del acusado fue detenido finalmente cerca de La Puebla de Sanabria (Zamora), donde los agentes dispararon a las ruedas del vehículo.
El acusado, de 27 años, natural de Palencia y con domicilio en Sahagún (León), explicó durante la vista que no conocía tampoco las razones por las que huyó de la Guardia Civil y negó que hubiera dado el volantazo que desplazó contra la barrera de seguridad a Miguel López, uno de los agentes que se colocó a su altura con la moto dándole el alto. No supo lo que había ocurrido, reiteró, simplemente notó un golpe en el lado derecho del coche.
Si reconoció, si embargo, que los días anteriores había estado consumiendo distintos tipos de droga y que desde hace un tiempo, también tenía manía persecutoria y sospechaba que alguien le perseguía.
La versión ofrecida por el acusado fue desmentida por los agentes de la Guardia Civil que prestaron su testimonio. Uno de ellos señaló que Pablo Aparicio dio de manera intencionada un volantazo hacia la derecha que sacó al agente fallecido de la carretera. Otro de los agentes, que participó también la persecución, señaló que el acusado tuvo intención de arrollar a otros dos agentes, incluso cuando ya se le había obligado a parar el vehículo.
No obstante, como alternativa planteó 14 años de prisión si finalmente se tiene en cuenta la atenuante de trastorno mental transitorio planteado por la defensa.
La acusación particular, por su parte, pidió 32 años de prisión, de los que 18 los son por el asesinato del agente, diez por la tentativa de homicidio sobre otros dos guardias civiles, dos por desobediencia y resistencia a la autoridad y otros dos por conducción temeraria.
La defensa planteó la eximente completa del acusado por una supuesta enajenación mental transitoria o, en su defecto, seis meses de prisión por un delito de homicidio imprudente y tres meses de prisión por el resto de los delitos.
Los hechos tuvieron lugar el 11 de julio del año 2007, cuando el acusado, acompañado de una chica que no se encuentra imputada y que ayer declaró como testigo, se saltó un control de tráfico en la A-66, en Mansilla de las Mulas (León). No hizo caso a las órdenes de los agentes e inició una persecución que se prolongó por las provincias de León y Zamora durante más de 150 kilómetros. A la altura de Benavente (Zamora) arremetió supuestamente contra el guardia civil que perdió la vida al estrellarse contra la barrera de seguridad y salir despedido. Continuó la persecución hasta que el coche del acusado fue detenido finalmente cerca de La Puebla de Sanabria (Zamora), donde los agentes dispararon a las ruedas del vehículo.
El acusado, de 27 años, natural de Palencia y con domicilio en Sahagún (León), explicó durante la vista que no conocía tampoco las razones por las que huyó de la Guardia Civil y negó que hubiera dado el volantazo que desplazó contra la barrera de seguridad a Miguel López, uno de los agentes que se colocó a su altura con la moto dándole el alto. No supo lo que había ocurrido, reiteró, simplemente notó un golpe en el lado derecho del coche.
Si reconoció, si embargo, que los días anteriores había estado consumiendo distintos tipos de droga y que desde hace un tiempo, también tenía manía persecutoria y sospechaba que alguien le perseguía.
La versión ofrecida por el acusado fue desmentida por los agentes de la Guardia Civil que prestaron su testimonio. Uno de ellos señaló que Pablo Aparicio dio de manera intencionada un volantazo hacia la derecha que sacó al agente fallecido de la carretera. Otro de los agentes, que participó también la persecución, señaló que el acusado tuvo intención de arrollar a otros dos agentes, incluso cuando ya se le había obligado a parar el vehículo.
Foto: Agentes de tráfico de la Guardia Civil.
Etiquetas: Guardia Civil, Sucesos, Tráfico
posted by La Crónica de Benavente y los Valles | 00:06
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